Pequeño observatorio

Un tiempo y un mundo pasados

Deberán pasar los días, tendrán que pasar los años -no muchos, me parece- para que el tiempo que vivimos se considere caducado

De arriba a abajo: con Humphrey Bogart en 'Casablanca', con Cary Grant en 'Encadenados' y con Liv Ullman en 'Sonata de otoño'.

De arriba a abajo: con Humphrey Bogart en 'Casablanca', con Cary Grant en 'Encadenados' y con Liv Ullman en 'Sonata de otoño'.

Josep Maria Espinàs

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A menudo decimos que el tiempo pasa, pero no siempre lo veo pasar. Lo que veo, a veces, son algunas cosas, algunos hechos detenidos en el ayer. Cuando revuelvo papeles -soy hermano del desorden- encuentro a menudo sorpresas: unos libros, unos artículos, las notas de un viaje que había olvidado. Y algunos recortes de prensa, si es posible olvidar el olvido...

El hecho es que conservo un pequeño recorte de un diario de 1953. En aquel entonces se publicaba la sección Ecos de Sociedad, Ecos de Sociedaddonde se hablaba de viajes, pero también de personajes populares o distinguidos famosos. Desde el punto de vista social, claro. También eran llamados a la popularidad algunos ciudadanos conocidos o amigos.

Yo tuve el honor de que los Ecos de Sociedad, bastante leídos, publicaran esta información: "Enlace de la bellísima señorita Lina Luján con el joven abogado y publicista don José María Espinás". ¿Yo he vivido aquellos años? Hoy me cuesta entender algo así. ¿Es posible que esto haya pasado? Evidentemente, si todo esto ocurriera hoy, sería increíble, una rareza, y aún más: un ridículo público. Pero me lo tengo que creer. Y además me doy cuenta de que en mi vida quizá es razonable hacer y olvidar, hacer y olvidar. ¿Quién osaría, hoy, proclamar públicamente un hecho como este?

A veces el paso del tiempo no se hace visible, solo por la evocación de las costumbres. Hay grandes cambios que se pueden notar en pequeños detalles. Ahora creemos que somos libres, en el marco de nuestro espacio y nuestro tiempo. Deberán pasar los días, tendrán que pasar los años -no muchos, me parece- para que el tiempo que vivimos se considere caducado.

Los cambios sociales tienden a acelerarse, y unas costumbres desaparecen para siempre. Porque la vida tiene una gran capacidad selectiva. Ya lo dijo un cantante estadounidense: "Recuerda siempre esto: un beso es un beso, un suspiro es un suspiro, lo que es importante solo dura un instante". También suelen ser fugaces los ecos de sociedad.

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