Cada voto es útil

Agobiados por esos trackings electorales secretos vociferados por los gabinetes de campaña, con la sangre helada por el llenazo de Vox en los últimos actos de su campaña y asfixiados por la hiperactividad de la extrema derecha en las redes sociales, cientos de miles de españoles deshojan en estas horas la margarita de su voto. La mercadotecnia está secuestrada en la era de la aceleración digital por la idea del "momentum", de las emociones concentradas en un breve lapso de tiempo que forjan mayorías difíciles de construir desde la pura racionalidad. El nuestro es un tiempo de disgregación, de cámaras de reverberación que dan alas a los fanáticos y segmentan la conversación política y el voto. De manera que, para muchos expertos, el "momentum" es el único camino para reconstruir mayorías electorales. En el tramo final de la campaña de las eleciones del 28-A se ha creado finalmente el "momentum Vox" que los estrategas de Pedro Sánchez habían planificado para el debate fallido a cinco que debía celebrarse el martes pasado. Ha llegado a través de las redes sociales y de la diseminación al oído de los últimos resultados de esas encuestas (los trackings) que hacen diariamente los partidos cuando llega el absurdo período de prohibición de la publicación de los sondeos que impone una vetusta ley electoral.  Lo cierto es que hay motivo. La derecha ha naturalizado en Andalucía a la extrema derecha y, una vez que lo ha conseguido, ha asumido su marco mental. Cayetana Álvarez de Toledo, por ejemplo, se ha pasado toda la campaña dentro del elefante de Santiago Abascal que diría Lakoff. También Pablo Casado ha anidado en ese universo semántico y Albert Rivera, como mínimo, ha coqueteado con él. Todos han seguido en este punto la doctrina de Aznar: cada uno recoge en su granero pero lo importante es la suma. 

La posibilidad más que real de que esa triple derecha sume 176 escaños ha puesto en marcha el mito del voto útil. Es una verdad a medias. Cuanta más participación haya este domingo, menos escaños para Vox. Cuanta menos abstención entre los votantes socialistas, podemitas, nacionalistas vascos, gallegos o catalanes, menos escaños para Vox. Cuanta más concentración de voto, peor para el trifachito. La extrema derecha está más movilizada que nunca para proponer soluciones mágicas que no funcionaron durante los 40 años que se aplicaron. Cada voto de un demócrata será útil para pararla, también si es de un votante desencantado del PP, de Ciudadanos o del PDECat. Todo voto es útil.