La ensalada de la vida y la muerte

El lector comprenderá que, leyendo el periódico, yo me haya parado en este discreto titular: "Mucha vida por delante". Estoy seguro de que la palabra 'vida' es una de las más poderosas en el ámbito social y en el publicitario.

Hay otras palabras poderosas -hoy, mañana, siempre...- . Pero la palabra 'vida' tiene una notable fuerza, porque representa la tan necesaria vitalidad. Los investigadores del CSIC han precisado los diversos aspectos y causas de la longevidad.

Dejando aparte los análisis serios es evidente que todos estamos de acuerdo en este hecho: ahora ya es una percepción seria y al mismo tiempo popular que la vida de los humanos se ha alargado. La evolución es visible si pensamos en la supervivencia de nuestros antepasados. Con todas las excepciones que hay que admitir.

¿A qué edad murieron muchos de nuestros antepasados? No tengo a mano una lista de famosos, pero muchos de ellos hicieron sus obras en unos años limitados. ¿Habrían escrito más obras -y quizá mejores-, si hubieran vivido más? Eso no podemos saberlo.

"Mucha vida por delante"... Este es el gran deseo que, habitualmente, sienten los humanos. Pero si algún poder mágico les hiciera caso... ¿"Larga vida"? Si es una vida torturada se puede comprender que alguien diga basta.

Como se comprende, hay todo tipo de interpretaciones de la vida. La vida y la muerte han protagonizado todo tipo de análisis y poemas. Hay una literatura de la vida, como hay una literatura de la muerte. No sé cuál es más sentenciosa.

"Vivir es pensar", dijo Cicerón. Y lo que me gusta a mí es un texto anónimo: el aceite es suave, el vinagre es ácido. Con estos dos ingredientes se hace una buena ensalada.