Dos miradas

Cayetana y los indignados

La candidata del PP, con puntería precisa, ha puesto toda su inteligencia en hurgar en las heridas y asegurarse un titular

Cayetana Álvarez de Toledo

Cayetana Álvarez de Toledo / periodico

Emma Riverola

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Arremeter contra el feminismo a cuenta del consentimiento sexual, exigir que se dirijan a ella en castellano en las entrevistas o cuestionar los derechos de unos candidatos políticos en prisión. “¿Por qué se aceptan ruedas de prensa para Sánchez y Junqueras y no para un preso por violación?”, soltó Cayetana Álvarez de Toledo. La respuesta es tan evidente (les amparan sus derechos) que resulta imposible creer que su controvertido (y ofensivo) interrogante pretendiera algo más que provocar. La candidata del PP, tan impecable y exquisita, ha decidido hablar a los indignados. A aquellos que se les ha atragantado el independentismo y Catalunya entera. Por eso cuestiona las normas básicas de una sociedad bilingüe (¿de veras no puede hacer el esfuerzo de tratar de entender unas preguntas en catalán siendo la persona que pretende representar a sus ciudadanos?). También a los indignados por el auge del feminismo, especialmente a aquellos que sienten la masculinidad como uno de sus escasos privilegios.

Altiva, de verbo afilado, seguridad aplastante e inteligente. Así perfilé a Alvárez de Toledo no hace ni una semana. Ratifico cada uno de los calificativos. Y quizá eso es lo peor. Porque, con puntería precisa, ha puesto toda su inteligencia en hurgar en las heridas y asegurarse un titular. Quizá evite la sangría de votos hacia Vox, quizá robe a Cs, pero esta Catalunya fatigada es lo último que necesitaba.