Al contrataque
A través de las llamas
Notre Dame volverá a brillar con las deducciones fiscales de las que se beneficiarán los más ricos. Y seguirá siendo un símbolo de Europa, la más magnífica exhibición de la desigualdad
“Yo nunca había oído una misa como aquella. La bóveda de la iglesia descalabrada, las paredes ahumadas y desconchadas, los altares destruidos, ausentes, y aquel gran vacío negro al fondo, donde estuvo el altar mayor, el pavimento invisible bajo el polvo de los escombros, ningún banco para sentarse…”. Estas palabras fueron escritas en catalán. Publicadas el 18 de diciembre de 1909. Brotaron fáciles, del dolor, pero les costó ver la luz. Censura, retrasos… Eran tiempos revueltos. Barcelona aún mostraba las heridas de la Setmana Tràgica, cuando una multitud tomó las calles en protesta por el envío de reservistas a la Guerra de Melilla. La mayoría, hombres de mediana edad, padres de familia y pobres, lo suficientemente pobres para no poder pagar el canon de 6.000 reales que liberaba de ir al frente. La injusticia fue la espoleta de una violenta protesta contra múltiples explotaciones. Barcelona ardió y, meses después, el poeta Joan Maragall escribía tres artículos. En el primero denunciaba la injusticia social. En el segundo pedía el indulto para los condenados a muerte. Y en el tercero describía sus sensaciones al asistir a misa en una iglesia quemada: “Destruyendo la iglesia ha restaurado la Iglesia, porque esta es la verdadera, esta es la viva, esta es la que se fundó para vosotros, los pobres, los oprimidos, los desesperados, los llenos de odio...”.
Notre Dame no fue quemada por las manos enfurecidas por la injusticia, esta vez no. Pero sus sillares ennegrecidos conservan la memoria de múltiples luchas. Elevados para ensalzar la monarquía y la Iglesia, despreciados por la revolución, ensalzados de nuevo por el aliento de las letras. Lo que se ha quemado es irreemplazableirreemplazable. Para quienes tuvieron la suerte de verlo, quedará en su memoria. Para los que no, tendrán las imágenes y la imaginación que, al fin, es el más antiguo, más barato y más seguro salvoconducto para viajar por el tiempo y el espacio. Son muchos los que la lloraron al sentir que un bien propio se perdía para siempre.
Notre Dame sigue en pie. Diezmada, mutilada, pero ha resistido. Ahora se abre el debate de qué hacer con ella. No parece contemplarse lo más simple, el refuerzo de su estructura y la continuidad del vacío dejado por las llamas. Aún ardía la iglesia cuando las grandes fortunas se pusieron al servicio de su restauración. Una avalancha de donaciones millonarias para una ciudad en la que los refugiados duermen en las calles y los 'chalecos amarillos' queman su ira. No hay ofrendas para “los pobres, los oprimidos, los desesperados, los llenos de odio…”. Las catedrales se levantaron con los diezmos del pueblo, Notre Dame volverá a brillar también con las deducciones fiscales de las que se beneficiarán los más ricos. Y, al fin, seguirá siendo un símbolo de Europa. La más magnífica exhibición de la desigualdad.
- Muere Itxaso Mardones, reportera de Gloria Serra en 'Equipo de investigación', a los 45 años
- Hacienda te devuelve 300 euros si tienes un hijo menor de 25 años y 900 si tienes dos: así tienes que ponerlo en la declaración de la renta
- ¿Llamadas que cuelgan? Así son las robollamadas, la nueva táctica de spam telefónico
- La querella del novio de Ayuso se admitirá a trámite pese a la campaña del fiscal para que sea rechazada
- El cabecero de madera de Ikea que se ha convertido número uno en ventas por su precio y facilidad de montaje
- La mitad de los nuevos trabajadores indefinidos o son despedidos o renuncian al cabo de un año pese a la reforma laboral
- Sondeo elecciones Catalunya: Los catalanes prefieren a Illa como president y puntúan mejor a Aragonès que a Puigdemont
- El turista vizcaíno Álex García repatriado de Tailandia se encuentra ingresado en la UCI "estable y animado