Análisis

¿Por qué fallan Laura Borràs y Albert Rivera?

Insistir en tesis poco creíbles puede dañar más que impulsar a quienes lo practican

La 'consellera' Laura Borràs en un acto en el Convent dels Àngels

La 'consellera' Laura Borràs en un acto en el Convent dels Àngels / periodico

Joan Tapia

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Está siendo una campaña muy crispada. El martes el debate de TVE incitó en más de un momento a apagar el televisor. Pero una cosa es interrumpir a la brava en un debate -como la primera del PP por Barcelona hizo el martes- y otra insistir y repetir argumentos que, además de parecer falsos, pueden perjudicar -por rozar con lo estrafalario- a quienes los utilizan. ¿Cuál de las dos cosas es peor?

La segunda de JxCat por Barcelona, Laura Borràs, y el número dos por Tarragona, Ferran Bel, parecen decididos a dictar la excomunión contra los republicanos. Decir que PSC y PP son lo mismo suena ya 'normal' porque hace años que se repite. Pero atacar al socio de Gobierno, que en todas las encuestas les supera con amplitud, afirmando (Ferran Bel) que tiene tanta prisa por investir gratuitamente a Pedro Sánchez que han renunciado a investir a Puigdemont, suena extraterrestre. Tanto como decir que ERC ha dado un cheque en blanco antes de hora al PSOE cuando la única conducta relevante de ERC en las últimas semanas fue la de votar -junto al PP, Cs y el puigdemontismo- contra los presupuestos de Sánchez para el 2019.

cuando Laura Borràs dice que le “horroriza” que los votantes independentistas tengan que elegir entre siglas y presos, parece no saber nada. Ya tuvieron que elegir en las autonómicas del 2017 (las del 155) y olvida la actitud caciquil de Puigdemont, que no solo ha investido número uno por Girona a su propio abogado sino que ha vetado de las listas a Madrid a diputados con prestigio y años de servicio como Carles Campuzano por no haber sido suficientemente dóciles a Waterloo. ¿Beneficia a JxCat este exclusivismo?

Pero viajemos del separatismo a todo lo contrario, a Cs. Extraña que Albert Rivera e Inés Arrimadas, buenos profesionales, no critiquen a Pedro Sánchez por su política, sino que repitan machaconamente que es “un peligro nacional”. Repetir algo no es rentable cuando quien es pintado como nada menos que “el peligro nacional” es el candidato preferido a presidente para el 33% de los españoles y el 44% de los catalanes.

Y exhibir como primera medida de gobierno un la inmediato nuevo 155 para Catalunya es poco razonable pues las encuestas dicen que la situación catalana está lejos de ser el primer problema de los españoles, es una propuesta divisiva ya que la apoya el 44% de los españoles, pero la rechaza el 44,5%, y el 71% de catalanes -donde Cs fue el primer partido en las autonómicas del 2017- está en contra.

¿Por qué insistir en este maniqueísmo sobre Sánchez y Catalunya? La única explicación es que no se dirigen al español medio, sino que intentan evitar la huida de votos hacia Vox. Que Rivera quiera retener electores es lógico, pero avalando las tesis de Vox no los sujeta, sino que legitima la fuga. Además, olvida que parece que Cs (que sube a costa del PP) pierde tantos votantes hacia la extrema derecha (algo más de un 10%) como hacia el PSOE por su abandono del centro. ¿Prefiere competir con Vox que regar el centro?