Mossos contra políticos en el juicio del 'procés'

Ferran López, número dos de los Mossos y jefe del cuerpo durante la aplicación del artículo 155, reforzó en el juicio del 'procés' la versión del mayor Josep Lluís Trapero, y fue incluso más allá. Confirmó que los jefes de los Mossos advirtieron a los altos cargos del Govern –presidente, vicepresidente y 'conseller' de Interior— de que si se celebraba el referéndum del 1-O se producirían incidentes y disturbios (un incendio, describió) por lo que les aconsejaron que suspendieran la consulta. Pero López aportó un dato hasta ahora desconocido: dijo que el 'president' Carles Puigdemont les aseguró que si ocurría lo que preveían <strong>declararía inmediatamente la independencia</strong>.

López, como antes Trapero, se esforzó en librar a los Mossos de cualquier complicidad con los mandos políticos y aseguró que nunca se podrá acusar al cuerpo de colaborar en la organización del referéndum. Esta exculpación de los Mossos puede ser interpretada por el tribunal, como hacen ya los independentistas, en el sentido de descartar el delito de rebelión porque sin fuerza armada no hay rebelión posible. Pero también cabe la interpretación contraria, la de que las advertencias desoídas de los Mossos refuerzan la tesis de la fiscalía de que los miembros del Govern siguieron adelante pese a que conocían que podía haber incidentes violentos.

Estas dos hipótesis discutibles se inscriben en el terreno jurídico, pero los testimonios de los jefes de los Mossos son demoledores para el Govern desde el punto de vista político. Porque una vez advertidos de que los Mossos no colaborarían, o Puigdemont y sus 'consellers' engañaron a la gente manteniendo un referéndum que no iba a tener consecuencias políticas o, por el contrario, intentaron declarar la independencia a toda costa, lo que contradice las afirmaciones actuales de que todo fue simbólico y de que era un farol asumido. Cualquiera de las dos posibilidades es políticamente perversa.

Por lo demás, la versión de López contradice de plano las aportadas por los mandos políticos y policiales del Ministerio del Interior. El número dos de los Mossos negó pasividad y falta de colaboración, y devolvió el reproche de la deslealtad –aunque sin usar la palabra— a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Para afrontar estas contradicciones, el abogado de <strong>Joaquim Forn</strong> ha solicitado un<strong> careo</strong> entre López y el coronel de la Guardia Civil <strong>Diego Pérez de los Cobos</strong>, que el tribunal haría bien en conceder.