En clave europea

Blanqueo y evasión, asignatura pendiente de la UE

Sede central de la Comisión Europea en Bruselas.

Sede central de la Comisión Europea en Bruselas. / TH VM TH

Eliseo Oliveras

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La lucha eficaz contra el blanqueo de dinero y la evasión fiscal es una asignatura pendiente de la Unión Europea (UE), pese a las declaraciones oficiales. La City de Londres, además de ser el punto de convergencia de la red mundial de paraísos fiscales, es el principal centro de blanqueo: 105.000 millones al año, según el informe de Robert Barrington y The Chatham House del 2018.

Los bancos, tan puntillosos con los pequeños clientes, se muestran acomodaticios con las personas y sociedades pantalla que mueven millones, como evidencia la punta del iceberg de los sucesivos escándalos. La crisis en el 2018 del tercer banco letón, el ABLV Bank, por blanquear dinero procedente de Rusia y las exrepúblicas soviéticas, es un ejemplo reciente. Otro es la retirada en el 2018 de la licencia al maltés Pilatus Bank, que intentó silenciar con demandas judiciales a la periodista Daphne Caruana Galitzia (asesinada en octubre del 2017), en cuyas investigaciones sobre corrupción aparecía implicado el entorno del primer ministro Joseph Muscat. El primer banco danés, Danske Bank, su filial en Estonia, el primer banco escandinavo, Nordea, y el banco lituano Ukio Bank están desde octubre en el epicentro de otro grave caso de blanqueo. Más cerca, no hay que olvidar el caso de blanqueo de la Banca Privada Andorrana (BPA) y su filial, el Banco de Madrid (2015).

Hasta 30 billones de euros ocultos

El economista James S. Henry, en un estudio para Tax Justice Network, estimó que el volumen de fondos ocultos a través de paraísos fiscales asciende a nivel mundial como mínimo a 18,5 billones de euros, pero que podría llegar a 30,9 billones. Otro economista, Gabriel Zucman, utilizando criterios muy restrictivos para definir activos ocultos, redujo la cifra a 6,7 billones. Tanto Henry como Zucman estiman que la ocultación de esos patrimonios genera una pérdida anual de recaudación de al menos 177.000 millones a nivel mundial, de los cuales corresponderían a la UE como mínimo unos 70.000 millones.

La UE publicó en diciembre de 2017 su primera lista negra de paraísos fiscales con 17 países, criticada por benevolente por Tax Justice y Oxfam. Un año después la lista está casi vacía, con solo las cinco islas menos importantes. Las compañías europeas, por su parte, siguen operando masivamente a través de los paraísos fiscales. Las empresas del Ibex 35, por ejemplo, tienen 835 filiales en los paraísos fiscales, según el informe de Oxfam del pasado febrero. Incluso el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, reconoció en enero que Luxemburgo, Malta, Chipre, Holanda e Irlanda actúan como paraísos fiscales dentro de la propia UE.

Respecto al blanqueo, los gobiernos de la UE, con una rapidez inusitada, acordaron el pasado viernes boicotear la lista de países que no colaboran en la lucha contra el blanqueo y la financiación terrorista, que había adoptado la Comisión Europea el 13 de febrero. En la lista figuraban, entre otros: Bahamas, Panamá, Puerto Rico, Arabia Saudí e islas controladas por EEUU.