Dos miradas

En Argelers

La infamia está el tuit execrable de Toni Albà y la desmemoria es de aquellos que silbaron sin recordar que muchos de los que murieron y malvivieron en Argelers también luchaban por la libertad de Catalunya

Pedro Sánchez visita la tumba del expresidente Azaña en Francia

periodico

Josep Maria Fonalleras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Está el error, está la infamia, está la hipocresía y también existe la desmemoria. Y, después, la buena fe, el estricto comportamiento moral de quien sabe que tiene la razón aunque, teniéndola, puede acabar derrotado, porque "la fuerza puede destruir el alma". Lo decía Camus y lo repitió Pedro Sánchez en Argelers, aquella playa que fue inhóspita y cruel, inhumana, y que, ahora, en este febrero fastuoso de cielos azules y casi primavera, es una desolada arena de invierno a merced del viento, rendida a la tristeza de la temporada baja.

Un error es querer hacer bien una cosa pero equivocarse en algún detalle. Sánchez cometió uno. La insólita ofrenda de rosas en forma de bandera constitucional que atacaba la memoria republicana de los que yacían en Montauban y en Colliure. No era necesario. Con la reivindicación del exilio era suficiente. Un acto de dignidad institucional que llegaba tarde, demasiado tarde, pero que llegaba. Y fue hipócrita cuando recordó, con aflicción, que "los puertos no dejan atracar barcos llenos de personas enfermas y hambrientas". ¡Pero si hace casi dos meses que el Open Arms está en el puerto de Barcelona sin poder salir a salvar a hambrientos y enfermos!

La infamia es el tuit execrable de Toni Albà y la desmemoria es de aquellos que silbaron sin recordar que muchos de los que murieron y malvivieron en Argelers también luchaban por la libertad de Catalunya, por la "patria guardada en un cofre", como decía Machado.