España abierta

No siempre la izquierda tiene un relato sencillo. Esta vez, el PSOE lo tiene. Los adversarios se lo han puesto más fácil. Con Unidos Podemos presentaron los Presupuestos más sociales de la década. En aquellas cifras se escondía una alternativa a la austeridad que impusieron los que nunca se recortan el sueldo. También tiene una propuesta para España: entendimiento, cobijo y Europa. Guardemos las banderas en el baúl y trabajemos por una Europa fuerte, el único modo de plantar cara a los poderes que no votamos.

La precampaña del PSOE –‘La España que quieres’- tiene la virtud de mostrar en los múltiples adversarios una mueca de antipatía, de irritación. En esa derecha belicosa e intransigente que sigue la marcha de Vox y en el independentismo que no logra desligarse de algunos liderazgos tóxicos. Aciertan los estrategas de campaña socialistas, esa España feminista, plural y acogedora puede llenar de orgullo a una mayoría… siempre que sea creíble. El barco de Open Arms sigue varado. Ya no hay oenegés de rescate en el Mediterráneo. La muerte se impone. Mientras, muchos inmigrantes en nuestro país son prisioneros de una ley de extranjería perversa. Sin papeles no hay contrato. Sin contrato no hay papeles. Delincuencia o explotación son las únicas salidas. “No hace falta nacer en España para ser España”, apunta el espot del PSOE. Cierto. Ahora solo queda esperar las medidas concretas para que los bellos lemas sean verdad.