EN CLAVE EUROPEA

Débil autonomía exterior europea

La bandera de la Unión Europea a las puertas del Parlamento británico en Londres.

La bandera de la Unión Europea a las puertas del Parlamento británico en Londres. / AR ase CB

Eliseo Oliveras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El desarrollo de una verdadera política exterior de la Unión Europea (UE), que responda a sus genuinos intereses geoestratégicos, es una inaplazable necesidad ante el sistemático e imprevisible unilateralismo de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump, que no ha dudado en calificar a Europa de "enemigo". La cancillera alemana, Angela Merkel, reconocía estos días que el orden internacional se “está deshaciendo como un puzle”.

La UE es un sistema político posmoderno, basado en la interdependencia, las normas comunes, la resolución negociada de disputas y una seguridad cooperativa, señaló el diplomático Robert Cooper, autor de El Estado Posmoderno y de La Ruptura de las Naciones. Pero las grandes potencias, como EEUU, China y Rusia, siguen actuando bajo los parámetros del estado moderno de la primacía absoluta del interés nacional y del uso de la coacción, el engaño y la fuerza para lograr sus fines, mientras que la proliferación de estados fallidos exporta violencia y desestabilización, advirtió Cooper, que fue director general de política exterior y seguridad de la UE. Por ello, Cooper subrayó hace más de una década que la UE debe disponer de medios para protegerse y actuar en un mundo que no se rige por sus parámetros de cooperación.   

La reciente Conferencia de Seguridad de Múnich (15-17 de febrero) ha mostrado el grave deterioro de la relación trasatlántica, con el vicepresidente norteamericano, Mike Pence, amonestando públicamente a sus aliados europeos y conminándoles a abandonar el acuerdo nuclear con Irán, pese a que Teherán sigue respetándolo. En una conferencia previa en Varsovia, Washington ya intentó dividir a los europeos sobre Irán con una ofensiva de seducción a Polonia, Hungría, Eslovaquia y la República Checa, que encubría la venta de armamento y gas licuado norteamericano.

Apoyo de Trump al 'brexit'

La amonestación de Pence se suma al reiterado respaldo de Trump al brexit y a los euroescépticos, a las amenazas de sancionar a las compañías europeas que inviertan en el gaseoducto Nord Stream 2, a los planes para penalizar la venta de automóviles europeos en Estados Unidos, al desdén de la Casa Blanca por el multilateralismo, al uso recurrente a las sanciones extraterritoriales como arma de política comercial y al abandono sin consultar con sus aliados europeos del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), firmado con Moscú en 1987 y que concierne a la seguridad europea.

Las relaciones entre la UE y EEUU parecen condenadas a empeorar tras las dimisiones de los principales puntales de los vínculos trasatlánticos: el secretario de Defensa, James Mattis, y el vicesecretario de Estado para Europa, A. Wess Mitchell, que fueron precedidas en el 2018 por la del anterior consejero de seguridad, H. R. MacMaster, y que fue sustituido por el halcón John Bolton, un enemigo declarado del tratado nuclear INF.

El modelo de “era unipolar” hegemónica norteamericana, que definió Charles Krauthammer, ha recobrado fuerza bajo Trump, tras la etapa multilateralista de Barack Obama. Pese a los planteamientos aislacionistas iniciales de Trump, los halcones de la Casa Blanca promueven una política de confrontación con Irán, Rusia, China y ahora Venezuela.

Apuesta arriesgada

Los gobiernos europeos se han alineado precipitadamente con la estrategia de Washington de cambio de régimen en Venezuela al reconocer al opositor Juan Gauidó como líder legítimo del país, privándose así de la capacidad de mediación en la crisis, critica la exministra francesa de Justicia Christiane Taubira. La apuesta europea, que contrasta con su pasividad ante otros regímenes autoritarios más brutales, es arriesgada, porque existe la posibilidad de que el presidente Nicolás Maduro consiga mantenerse en el poder gracias al apoyo de China, Rusia, Cuba y Turquía, del Ejército y de la población chavistachavista, señala Harold Trinkunas, vicedirector del Centro para la Seguridad y Cooperación Internacional de la Universidad de Stanford. Una eventual intervención norteamericana podría transformar la crisis política en un grave conflicto, añade Trinkunas. Esto dejaría a la UE en una posición comprometida.

En el pulso con EEUU sobre el acuerdo nuclear de Irán, la UE ha creado un mecanismo financiero para que las empresas europeas pueda eludir teóricamente las sanciones norteamericanas. Pero existen dudas sobre su eficacia y de que permitan el nivel de inversiones y comercio que Teherán espera a cambio de sus concesiones nucleares.

La derrota de Estado Islámico ha abierto otra desavenencia trasatlántica, al reclamar Trump que Europa repatrie a los combatientes yihadistas y sus familias capturados en Siria e Irak, mientras Washington descarta esa posibilidad con los de origen norteamericano.