Análisis

Ahora las pymes decidimos

En la actualidad, las pequeñas y medianas empresas tenemos voz y poder para elegir quién queremos que nos represente

EN LA FÁBRICA. Un operario en la planta de la compañía.

EN LA FÁBRICA. Un operario en la planta de la compañía.

Josep González

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Después de muchos años de agravios en los que no nos han dejado representar de manera justa y proporcionada los intereses de las pymes y profesionales autónomos de Catalunya, ahora ha llegado nuestro momento. La fuerza que tenemos las pymes no debe tener límites y ahora es la hora de demostrarlo y de romper para siempre con el statu quo que ha reinado durante demasiado tiempo en la representatividad patronal en Catalunya. Ahora, las pymes tenemos voz y poder para elegir quién queremos que nos represente.

La movilización de las pymes para la defensa de su representatividad no es solo una cuestión de interés económico en comparación con la gran empresa. Es sobre todo una cuestión de defensa de un modelo de territorio, un modelo de progreso y de desarrollo económico más inclusivo.

Una representación inferior al 50% deja la necesidad de "muchos" a merced de la voluntad de unos "pocos". En este contexto, la pyme debe tener la posibilidad de bloquear iniciativas que van en contra los intereses de la mayoría. Desgraciadamente, a lo largo de estos años hemos visto en reiteradas ocasiones cómo se reducían los intereses de las pymes frente a los de las grandes empresas en aspectos tan importantes para su competitividad como la fiscalidad, la morosidad, la compra pública o la energía. Esto no habría sido así si realmente hubiéramos tenido el mismo poder de decisión en las mesas de representatividad empresarial, es decir, allí donde se toman las decisiones que afectan a las empresas.

Sociedad más líquida

La sociedad actual, mucho más líquida y con unas formas de trabajar en constante evolución, requiere un baño de realidad por parte de las élites que hasta ahora han ocupado el poder. La representatividad patronal, tal como se establecía hasta ahora, no reflejaba el cambio y la visión compleja los problemas sociales y económicos y de las exigencias y preferencias de las pymes y los autónomos.

Algunos se afanan ahora en cuestionar si una tienda de barrio debe tener el mismo peso que una empresa del Ibex. Denuncian que la orden promulgada por el Departamento de Treball para contar la representatividad patronal no se ajusta a la realidad empresarial. Nosotros entendemos que sí que se ajusta, ya que las pymes son el 99,8% de las empresas, representan el 65% del PIB y el 60% del VAB y ocupan a más del 70% de los trabajadores de Catalunya. En el sentido más democrático, una empresa un voto es igual que una persona un voto. Los que lo cuestionan dicen que representan empresas grandes y pymes. Si es así, ¿donde está la arbitrariedad del sistema?

El caso es que ahora se cuestiona el método de contar y hace poco se cuestionaba quien tenía la competencia para definir la representatividad empresarial. En realidad lo que quieren es seguir ganando tiempo, perpetuar el poder de la élite. Quieren tiempo para seguir ganando las cuotas de representatividad que tienen asignadas desde hace muchos años y que no quieren perder. Tiempo para seguir defendiendo un capitalismo que ayuda a crecer las grandes empresas pero que,

en cambio, ahoga las pymes. Ha llegado el momento de decidir para continuar creciendo. Ahora, las pymes y los autónomos decidimos.