Al contrataque

Esquerra me importa un pito

Abocáis a un Gobierno español progresista al abismo por no saber desmarcaros de la derecha puigdemonista y por miedo a que os llamen traidores y 'botiflers'

Joan Tardà muestra una foto de los políticos catalanes encausados

Joan Tardà muestra una foto de los políticos catalanes encausados / periodico

Xavier Sardà

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Esto es lo que escribí hace dos meses: "Tranquilos independentistasindependentistas, la pesadilla se acabará pronto. Pedro Sánchez no ganará las próximas elecciones y todo volverá a la normalidad. Tranquilos independentistas, la pesadilla se acaba. Sé que lo habéis pasado muy mal con un presidente dialogante, progresista y propositivo, que ha dado una imagen internacional de modernidad y mano tendida hacia vosotros.

Este es sin duda un buen Gobierno para Catalunya, pero un mal Gobierno para vosotros. Tranquilos 'indepes', esto durará a lo sumo algunos meses y todo volverá a la normalidad que tanto os complace. Pronto España enseñará de nuevo las garras para que vosotros podáis enseñar los dientes. De nuevo vuestro marcador subirá, pero no por aciertos propios, sino por los errores del adversario.

Desear la mano dura del Estado

Ya está, tranquilidad a los que habéis repetido hasta la saciedad que Sánchez y Mariano Rajoy son lo mismo. Calma a los que deseáis la mano dura del Estado en vuestras patrióticas nalgas. Ya falta poco. Tendréis vuestro subconscientemente anhelado 155anhelado 155. Sánchez se irá gracias a todos vosotros. Felicidades. Solo unos meses. Luego, los de siempre gobernarán de nuevo en España.

Os felicito 'indepes', porque con vuestra animadversión a Sánchez, estáis consiguiendo que su propio partido le culpe de todos los males. Una obra maestra. Felicidades soberanistas. Hasta al PSOE conseguís monstruizar".

Y, dos meses después, esto es lo que añado hoy: Aquí estamos amigos de Esquerra. Recuerdo que cuando Sánchez se convirtió en presidente tuvimos un subidón y parecía que el panorama político se aireaba. Todos, 'indepes' o no, tuvimos la sensación de quitarnos una losa de encima. Pero lo cierto, amigos de Esquerra, es que nada de lo que ha sucedido ha sido una sorpresa. Sois previsibles. Seguramente todos lo somos. Pero es lo cierto que servidor tenía la remota esperanza de que esta vez sabríais desmarcaros de la derecha puigdemonista. Y no, claro. Abocáis a un Gobierno español progresista al abismo, por miedo a que os llamen traidores y 'botiflers'. Por miedo a perder cuatro votos en las próximas autonómicas. Miedo. Siempre el miedo.

Con toda la educación y el máximo respeto, amigos de Esquerra, constato que es hora de dejar de tutearnos. Es un buen momento para abandonar toda confraternización personal y política. Aprovecho estas líneas para manifestar que ya no me parece un ejercicio saludable el acercamiento de posiciones distintas y distantes. Me habéis preguntado en muchas ocasiones cómo marcar diferencias con Carles Puigdemont. Nos hemos reunido, y siempre la misma duda: ¿Qué puede hacer Esquerra para quitarse de encima el yugo del "impresentable"?

Francamente amigos de 'Esquerra', me importa un pito.