El capitán Ahab en el sofá

Una vista general durante la Super Bowl entre los Los Angeles Rams y los New England Patriots en el Mercedes-Benz Stadium en Atlanta, Georgia.

Una vista general durante la Super Bowl entre los Los Angeles Rams y los New England Patriots en el Mercedes-Benz Stadium en Atlanta, Georgia. / periodico

Mikel Lejarza

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En todo presente, el pasado converge con quienes aspiran a crear un mundo diferente. Últimamente se va imponiendo  la idea de que la inteligencia artificial va a cambiar el modo de contar las historias en los próximos años, ya que estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo lenguaje que será el que marcará la comunicación de las próximas décadas. No me refiero a  los asistentes de voz, sino a algo más grande. Edward Saatchi, fundador de Fable, empresa especializada en realidad virtual, declaró recientemente que el futuro serán “los seres virtuales”, no los robots sirvientes, “porque rara vez nos hacemos amigos de quienes sólo nos obedecen“. Así que la cosa no va por ahí, sino que pasa por arrancar personajes de nuestras tramas favoritas y permitirnos interactuar con ellos tal y como son. ¿Suena complicado?

Pongamos un ejemplo. Imaginemos al capitán Ahab del ‘Moby Dick’ de Melville. Acomodados en nuestra sala de estar, podemos sentarlo a nuestro lado y a través de unos auriculares y un sistema de realidad Virtual, nos unimos a él en su aventura por cazar a la ballena blanca. Así que en breve no sólo disfrutaremos de ‘La Casa de Papel’, sino que podremos participar con sus intérpretes  en el atraco y ser uno más del grupo.

Por el precio de un espot en la Super Bowl se podrían emitir 1.429 anuncios en el mundo digital

Mientras una parte del sector camina ya en esa dirección, que promete cambiar por completo el modo de contar y consumir las historias, la reciente celebración de la Super Bowl muestra  datos que sirven para certificar la fortaleza y vigencia de los modelos más tradicionales del sector. La final, que enfrentó a los ganadores Patriots con los Rams de Los Ángeles, fue la número 49 de la era moderna, y con 98,2 millones de telespectadores volvió a liderar las audiencias televisivas ampliamente,  pese a conseguir los peores datos de la última década bajando un 5% respecto al año anterior. Sin embargo, el precio de los espots fue el más alto de la historia, ya que un sólo anuncio costaba entre 5 y 5,3 millones de dólares. La razón estriba en que ningún otro medio salvo la tele en abierto es capaz de atraer la atención de casi cien millones de espectadores al mismo tiempo.

Pese a los cambios, veteranos como 'La Voz' o 'Big Bang Theory concitan audiencias masivas

Según un análisis de Digiday, por el precio de un solo espot en la cadena que emitió la Super Bowl se podrían emitir 1.429 anuncios y 214,3 millones de impresiones en el mundo digital. Así pues, la tele generalista en abierto continúa siendo el mejor de los soportes publicitarios, pese a que las audiencias en el cuarto trimestre cayeron un 11% en comparación con el 2017. Si la comparación se hace con el mismo periodo del 2016, es aún más desalentador, ya que las cuatro grandes cadenas de EEUU en los dos últimos años han visto desaparecer más de una cuarta parte (27%) de sus espectadores.

Mientras Apple lanzará en abril su propia plataforma en ‘streaming’ y Facebook ve cómo el precio de su acción sube hasta un 11%, programas veteranos como ‘La Voz’ entre nosotros o ‘The Big Bang Theory’ en EEUU, concitan las audiencias masivas. Siempre ha sido así, lo nuevo y lo clásico conviven y juntos dibujan el presente; a la espera de que en breve el capitán Ahab se siente a nuestro lado  a ver la próxima Super Bowl.