análisis

Bartomeu-Valverde y la primavera de Pedro Sánchez

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Iosu de la Torre

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El Barça se adelantó a la Moncloa. Hora y media antes de que Pedro Sánchez anunciase elecciones el 28 de abril, Josep Maria Bartomeu avisaba por las redes sociales de que se retrataría con Ernesto Valverde justo a la misma hora de ese instante trascendental en la historia de España (y de Catalunya). Sedación azulgrana para los socios y seguidores ante un gobierno estable hasta el 2021, agitación nerviosa para la ciudadanía ante el entusiasmo exhibido por la derecha trifálica. 

El 28 de abril, domingo, Valverde disfrutará del banquillo en la visita del Levante al Camp Nou sin mirar de reojo al Rayo Vallecano-Real Madrid de esa tarde. La quiniela política será más incierta. Tendrá en vilo a Sánchez, deseoso de añadir un nuevo capítulo de su 'Manual de resistencia', libro de autoayuda que quizá merezca un prólogo de Bartomeu, por superviviente.

Bartomeu y Valverde lo tienen mucho más fácil que Sánchez. Bartomeu&Valverde trabajarán por engrandecer las hazañas del Barça y planificar el futuro sin ellos y quizá ¡sin Messi! Puede decirse que se juegan la herencia en el 2021, pero en realidad lo hacen desde ya, desde mañana mismo ante el Valladolid, el miércoles en Lyón y tres días después en Sevilla, sin apenas descanso para zanjar los dos clásicos en Madrid. Si todo sale bien hasta ese 2 de marzo en el Bernabéu, pocos se atreverán a cuestionar la firma con Valverde antes de tamaños retos.

Si sale mal... volverá el ruido del que Bartomeu&Valverde acaban de alejarse.

Las pañoladas en Twitter

Hubo un tiempo en que los seguidores de un club de fútbol manifestaban las quejas en los estadios. La pañolada como protesta, cabreo general con las directivas, el entrenador y también con los jugadores. Los lunes en Canaletas, los domingos contra Guruceta son hoy pura arqueología. Las últimas grandes pañoladas en el Camp Nou se las llevaron Núñez (1998, 1-3 con el Villarreal) y Gaspart (2002, 0-3 con el Sevilla), ambos con Van Gall, y Laporta con Rijkaard (2007, 1-1 ante el Betis). Los círculos de pasión y fútbol superior desterraron este modo de protesta.

Hoy las pañoladas se viven en la inmediatez y la clandestinidad abierta del Twitter. En días como este viernes el ruido envuelve a Bartomeu y a Valverde, que no son nada tuiteros, pero el eco no llega mayoritariamente al Camp Nou.

La hemeroteca maldita recuerda que Ryszard Kapuściński dijo para siempre que para ser buen periodista ante todo hay que ser buena persona. Muchos de los grandes periodistas de la historia fueron auténticos canallas. Si en esto del futbol hubiera un 'Kapullinski' que buscase una buena persona detrás de un entrenador encontraría un buen ejemplo en Valverde. Los mejores entrenadores de la historia han sido auténticos canallas, no les quedaba más remedio que serlo. Póngales nombres y apellidos. Seguro que estamos en evidente desacuerdo.