La gala del cine español

El Goya de Chicho

Aquel señor y aquel truhán nos convenció de estar en su 'Un, dos, tres...' y Tricicle pudo dar el gran salto de popularidad

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Carles Sans

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Ya pasaron los Premios Goya, ese acontecimiento que año tras año ha ido creciendo porque tanto la Academia como la televisión pública se han empeñado en ir mejorando. La del sábado fue una gala bien hecha, que, más allá del sempiterno inconveniente de los tiempos y los discursos, supo mostrar el músculo de un cine que está, en cuestión de factura, cada vez mejor. Fue una gala que disfruté porque se cumplían tres deseos para esa noche: el primero, ver reconocida la labor de Chicho Ibáñez Serrador, aquel venerado realizador que un día del año 1983 nos descubrió en una recóndita sala de teatro de Madrid y nos propuso actuar en su 'Un, dos, tres…”. Entonces éramos unos jóvenes desconocidos y con aquella arrogancia de juventud le dijimos que no. No queríamos aparecer en un programa que se nos antojaba demasiado comercial para nosotros.

Chicho, que supo apreciar nuestro talento, insistió y lo supo hacer muy bien: nos invitó a una reunión en su propia casa y con su voz y acento persuasivo nos hizo una pregunta: “¿Cuántas personas os verán en teatro durante este año?”. Lógicamente, la respuesta era cuatro gatos, porque aquel Tricicle estaba por descubrir. “Os verán triunfar 22 millones de personas en una sola noche”, nos aseguró. Y así fue. Aquel truhan y aquel señor nos convenció, y gracias a él el país descubrió a Tricicle y Tricicle, la popularidad. Después completamos ese éxito con un espectáculo en directo, Manicómic, que mejoraba las expectativas de quienes venían a vernos después de habernos descubierto en televisión. Gracias, amigo Chicho, y enhorabuena por este Goya de Honor.

El segundo deseo cumplido es que la mejor película fuera 'Campeones'. A Javier Fesser le sobra talento; la temática de la película es preciosa, y la dificultad del reto de trabajar con esas maravillosas personas hace de Campeones la mejor película del año.

Y el último deseo se cumplió al ver el éxito con que Silvia y Andreu condujeron la gala. Así que, como miembro de la Academia de Cine, me felicito por esta edición.