Pequeño observatorio

Yo tuve un sabio a mi lado

Repito esta afirmación del admirado Borja de Riquer i Permanyer: "El crecimiento del independentismo es muy superior al de la identidad exclusiva catalana"

Un manifestante con una estelada y otro con una bandera española en la plaza de Sant Jaume

Un manifestante con una estelada y otro con una bandera española en la plaza de Sant Jaume / periodico

Josep Maria Espinàs

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Pienso que no tiene que pasar inadvertido el riguroso artículo que Borja de Riquer Permanyer publicó hace unas semanas en la prensa. Yo le tengo un gran respeto desde siempre, aumentado, si es posible, en aquellos días en los que tuve el honor de compartir con él  algunos de los actos celebrados en la Reial Acadèmia de Bones Lletres.

El artículo de Borja de Riquer llevaba con este título: "Radiografía política de los catalanes". Me permito recoger algún fragmento de aquel texto.

"Considerarse igual español que catalán, si bien hoy todavía es el mayoritario, con el 35%, ha perdido 13 puntos, mientras que las identidades exclusiva y mayoritaria catalanas llegan al 22% y al 26%, respectivamente, ganando en conjunto 25 puntos. En cambio, las dos identidades españolas, la exclusiva y la mayoritaria, han perdido 12 puntos entre las dos."

Espero no haberme equivocado en la transcripción, que dejo aquí para no acumular disparates. Puedo repetir, más tranquilamente, esta afirmación del admirado Riquer: "No es cierto que nuestra sociedad esté dividida en dos bloques similares que repiten algunos políticos y medios". Sin duda es más clara esta información: "El crecimiento del independentismo es muy superior al de la identidad exclusiva catalana. Casi el 80% de ciudadanos -independentistas y federalistas- quieren un profundo cambio político y reivindicar el derecho a decidir democráticamente el futuro de Catalunya".

No admitir esto, que escribe Borja de Riquer, es no querer aceptar la realidad. La opinión pública cambia, no es algo inmutable, y la política tendría que intentar ir de la mano de los cambios sociales si es que no quiere quedarse atrás. 

No olvidaré nunca haber tenido un sabio a mi lado. Pensadores los hay, pero los sabios ya no son tantos.