EL CONFLICTO CATALÁN

Independentismo contra independentismo

Puigdemont sorprende con declaraciones que hablan de la amistad con Rusia de una Catalunya separada de España

Carles Puigdemont y Roger Torrent, en una reunión en Bruselas, en enero del año pasado.

Carles Puigdemont y Roger Torrent, en una reunión en Bruselas, en enero del año pasado. / periodico

Joan Tapia

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Los lectores de EL PERIÓDICO saben que el presidente José María Aznar no es, en mi opinión, uno de los políticos que más haya arrimado el hombro para consolidar la democracia. A veces parece que es uno -no el único- de los que más ha contribuido a la crispación. Pero es perspicaz y a veces acierta. Dijo que antes se dividiría Catalunya que se partiría España. Y ahí estamos, con un 47% que vota independencia y el resto -cada uno de su madre y de su padre-, pero en contra de la declaración unilateral del 27-O.

Pero lo que estos días se está viendo es que lo que se está partiendo no es ya solo Catalunya, sino el propio movimiento independentista. Cierto, en la Generalitat hay un Gobierno de unidad separatista que trabaja poco, salvo en propaganda y en disimular la cada día más diáfana ruptura entre ERC y JxCat. Pero los últimos días -quizá para tapar la incompetencia de Quim Torra-, en Waterloo, cuando Barcelona está paralizada por la huelga del taxi y hay un serio choque con el ayuntamiento, destacados dirigentes puigdemontistas (empezando por el vicepresidente del Parlament, Josep Costa, y por Jordi Sànchez) han declarado que se debe volver a intentar investir a Carles Puigdemont. Esquerra y el presidente del Parlament, Roger Torrent, ya han manifestado que no lo ven posible. Y el análisis dice que lo que pasa es que el puigdemontismo pretende desacreditar a ERC, acusándola de no tener agallas suficientes para plantar cara al Estado.

Cuando se abre el juicio a 12 presos políticos, ¿resulta que Puigdemont desde Bruselas lanza proyectiles contra Oriol Junqueras? Y además, ¿obstaculiza la aprobación de los Presupuestos de Pedro Sánchez para debilitarle frente al tripartito de derechas?

Parece imposible... pero es verdad. La prueba es que Puigdemont acaba de presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la decisión de la Mesa del Parlament -tras la orden del juez Pablo Llarena de pérdida provisional de la condición de diputado- de retirar el derecho de voto del 'expresident' y tres diputados más de Junts per Catalunya. Y ello después de que JxCat no respetara el pacto alcanzado con ERC sobre este asunto. ¿Puigdemont contra Torrent, ERC y por extensión JunquerasTorrentJunqueras ante el Constitucional? Parece mentira, pero es verdad. ¿Quiere Puigdemont que Aznar pase a la historia como un Premio Nobel de la Ciencia Política?

Club selecto

No es lo más preocupante. Puigdemont acaba de declarar que la actitud de la Unión Europea (UE) hacia Catalunya es "una vergüenza y la completa destrucción de la autoridad moral de Europa que al mismo tiempo predica el respeto a los derechos humanos". El 'expresident' es libre de expresar sus tesis y su ignorancia de la geopolítica, pero no hasta el extremo de hacer estas afirmaciones no en una universidad escandinava, sino al diario ruso 'Komsomolskaya Pravda'. Y de añadir que "una Catalunya independiente mantendrá relaciones cercanas y amistosas con Rusia". ¿Se quiere incorporar Puigdemont al selecto club de europeos amigos de Steve Bannon, como Marine Le Pen y Matteo Salvini, que pugnan por una UE más cercana a la Rusia de Vladimir Putin? ¡Frótense los ojos!