ANÁLISIS

La palabra y el fútbol

Se han incorporado al lenguaje expresiones que hacía 25 años que no existían en el universo popular y cada vez ganan más adeptos

La tribuna de prensa del Camp Nou el día del Levante en Copa.

La tribuna de prensa del Camp Nou el día del Levante en Copa. / periodico

Ricard Torquemada

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No sé cuándo ocurrió exactamente, quizá cuando era pequeño, o directamente cuando estudiaba en la Facultad de Ciencias de la Información en Bellaterra. O incluso podría ser que no fuera un momento concreto sino durante un proceso largo. Pero un día descubrí que era feliz cuando relacionaba la palabra con el fútbol. Dos elementos que han marcado mi vida personal y profesional.

El fútbol ha sido mi pasión, ese motor que me ayuda a menudo a avanzar; la palabra ha sido aquel reto constante que afrontas cuando quieres comunicar de la manera más precisa posible. Como he sido un privilegiado, he podido y puedo continuar combinando estos dos conceptos en mi actividad diaria.

Ampliar la bolsa

Tengo una amiga que siempre me dice con un punto de crítica cómplice que ella ha detectado cual es mi fórmula comunicativa. Dice que tengo una bolsa de palabras que combino constantemente para explicar mis observaciones, ahora en este orden, ahora al revés, ahora con este verbo, ahora con este adjetivo… Aunque me lo dice en tono de broma, me he dado cuenta de que no está tan lejos de la realidad.

Este deporte ha cambiado muy rápidamente en los últimos años y esta mutación ha afectado a la manera de explicarlo 

Eso me ha estimulado a ampliar la bolsa de palabras, a renovarlas, a sustituirlas, a intentar darme cuenta cuando una de ellas se infiltra constantemente entre las prioridades en ese mágico momento donde le pides al cerebro la mejor expresión para decir alguna cosa.

Pretender que un relato sobre el fútbol sea más atractivo es gasolina para mi depósito profesional porque, además, nunca lo consigues tanto como desearías. Este deporte ha cambiado muy rápidamente en los últimos años y esta mutación ha afectado a la manera de explicarlo. El qué y el cómo son dos preguntas claves a la hora de elaborar un discurso.

Cada vez más observamos el fútbol con más detenimiento, la mirada es mucho más profunda porque algunos entrenadores han compartido con nosotros por qué pasa lo que pasa en un partido. Eso ha hecho que incorporemos al lenguaje expresiones que hacía 25 años que no existían en el universo popular y cada vez ganan más adeptos: presión alta, saltar a la presión, jugar por dentro o por fuera, superioridades numéricas…

Adoptadas de otros deportes

Algunas de estas han sido adoptadas por otros deportes colectivos porque el fútbol ha abierto la perspectiva. Por tanto, "el cambio de juego" está siendo sustituido por "el cambio de orientación" porque el juego no cambia. Lo que varía es la orientación de juego un "cambio de posiciones" entre jugadores va perdiendo fuerza respecto a “una permuta”, que precisa que es un intercambio. El "contraataque" tiene un hilo moderno que es "la transición" porque no cualquier jugada ofensiva rápida de un lado del campo al otro es la consecuencia de ser atacada previamente. Cada vez los equipos se "cierran" menos en defensa; ahora son "reactivos" o "proactivos".

Es un ejercicio infinito que busca acercarse cada vez más a ser lo más exacto posible en la descripción del juego

Es un ejercicio infinito que busca acercarse cada vez más a ser lo más exacto posible en la descripción futbolística, lo que obliga, por lo tanto, a ser más constante en la búsqueda de nuevos discursos para alimentar los discursos. No se acaba nunca, la evolución del fútbol nos presenta nuevos escenarios que obligan a la revisión permanente. Y cuando entras en este círculo eres feliz con la tortura.

Como una confesión íntima, y aprovechando esta oportunidad, proclamo que hace meses que busco como diferenciar el concepto "defensa" cuando un rival te ataca con la maniobra de ir hacia adelante para recuperar una pelota en la presión. ¿Siempre que un equipo no tiene la pelota se defiende? ¿Presionar para recuperar es el primer paso de un ataque? ¿El mismo verbo representa la acción de evitar que te hagan un gol y, a la vez, querer recuperar la pelota para hacerlo tú? Se buscan nuevas palabras. Se aceptan propuestas.