Puesta al día en Londres

Lo que va de Bobby a Bobbie

En manos de una mujer directora, el antes musical misógino y machista 'Company' ha dado un salto regenerador de 48 años, es otro y parece escrito ahora mismo

Patio de butacas del Gran Teatre del Liceu.

Patio de butacas del Gran Teatre del Liceu. / periodico

Josep Maria Pou

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuatro días en Londres dan para lo justo. En mi caso, para asistir a dos representaciones teatrales consideradas (por mí mismo) de imprescindibles, con el añadido de la visita -imprescindible, también- a mis librerías preferidas. Perderme entre libros, marearme de títulos y autores, es mi ocupación favorita en esa ciudad, ahora que la ausencia de niebla ya no invita a callejear en busca de Jack the Ripper o Sherlock Holmes, hechos carne los dos por años de lectura. Hoy son otros como yo –pero mucho más jóvenes- los que buscan por St. James el rastro de Harry Potter y los agentes de 'Kingsman'. Los tiempos cambian.

Y porque cambian los tiempos es por lo que deben cambiar también algunas funciones. He visto la mejor y más inteligente puesta al día que se haya hecho nunca de un musical. 'Company', estrenado en 1970 y calificado (o descalificado) ya entonces de misógino y machista, resultaba de difícil digestión para el público de hoy.

En manos de una mujer directora y cambiando de género al protagonista, de hombre a mujer, la función es otra y parece escrita ahora mismo. El propio Stephen Sondheim lo ha visto claro y ha contribuido -él, tan reacio a los cambios- con notables aportaciones. Bobbie (antes Bobby), emprendedora, resuelta, independiente, sin pareja a sus 35 años, ya no cuenta entre sus amigos a cuatro matrimonios 'wasp' (blanco, anglosaxón y protestante); lo que se entendía por tal ha quedado reducido ahora a uno solo, mientras que los otros los conforman dos parejas interraciales y una pareja gay. El miedo ante un futuro vivido de a dos en dos sigue siendo el mismo que en los años 70, pero la actitud interrogante, dubitativa, crítica, de la protagonista nos invita -nos obliga- a un salto regenerador de 48 años de zancada. La actualización es un modelo a seguir y abre nuevas perspectivas a muchos textos que podrían quedar obsoletos.

(¡Ah! Y el tema 'Barcelona', cantado y aplaudido noche a noche, continúa siendo uno  de los mejores reclamos para nuestra ciudad. Gracias, Sondheim)