Todos hemos perdido con el 'brexit'

Alguns predicciones hablan de una caída del 8% del PIB británico por la marcha del Reino Unido de la UE

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Cristina Manzano

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Pase lo que pase en la votación del Parlamento británico, y sea cual sea el escenario que comience a continuación, la realidad es que con este largo proceso del 'brexit' ya hemos perdido todos.

Se suele empezar hablando de la economía, lo más obvio. Cientos de estudios y análisis han tratado de vislumbrar el impacto que tendrá la salida de la Unión Europea sobre la del Reino Unido. Las cifras, muy dispares según las fuentes y según los posibles tipos de acuerdo, o el no acuerdo, van desde un 0,75% hasta más del 8% en disminución de PIB. Pérdidas, por cierto, que ya han empezado a materializarse en desaceleración de inversiones, caída de la bolsa y de los ahorros o aumento de la inflación.

Por no hablar del aumento de dificultades para cubrir determinados puestos, como los de enfermería y matronas, que han visto descender abruptamente el número de solicitudes para cubrir las vacantes.

España, afectada

Al otro lado del canal, España es uno de los países que más se verá, se está viendo ya, afectada, en sectores críticos como el turismo o la banca. Además de que el Reino Unido es uno de los principales mercados para las exportaciones españolas.

Pero más importante que las cifras económicas son las personas. El proceso ha abierto una brecha en la sociedad británica que, independientemente del resultado y el modelo final, tardará mucho en poderse cerrar. Parece mentira que una cuestión sobre el papel burocrática y tecnocrática como la pertenencia a la Unión Europea haya levantado semejantes pasiones, hasta el punto de haber llegado ya a unos inusitados grados de violencia. La archifamosa flema británica va a figurar también entre los perdedores del 'brexit'.

Ambiente tenso

No bastó el asesinato, pocos días antes del referéndum, de la diputada laborista Jo Cox a manos de un extremista. Desde entonces, el clima se ha enrarecido, la verdad se ha convertido en un bien escaso –sobre todo entre los defensores del 'Leave'- y los partidarios de uno y otro bando se enfrentan agriamente en las calles, en los medios y en el Parlamento. “Es una guerra civil sin los mosquetes”, declaraba al diario 'The Guardian' una manifestante recientemente. La polarización llevada a su máximo apogeo.

Como en todo, habrá ganadores también. Como las ciudades que acogerán oficinas y negocios que opten por dejar, o por no ir, al Reino Unido. Ahí está Amsterdan, nueva sede de la Agencia Europea del Medicamento (tras el fallido intento de Barcelona); o como los eurodiputados de otros países –cinco españoles- que se harán con los escaños que dejan los británicos. Aunque nunca compensarán la pérdida del divorcio.

Firmeza de los Veintisiete

La única buena noticia de todo esto es que, pese a todo, los otros Veintisiete se han mantenido firmes en su unidad de acción y decisión frente a una amenaza tan existencial al proyecto europeo. Deberían tenerlo en cuenta los diputados británicos cuando vayan a votar a favor, o en contra –parece que la mayoría- del acuerdo alcanzado por Theresa May. Porque sus hasta ahora socios podrían tener alguna flexibilidad, pero se están quedando sin paciencia.