Suárez descorazona al futuro '9'

Luis Suárez terminó renqueante, arrugando el rostro, como si alguien con sobrepeso le pisara los pies. "Son pequeñas molestias", dijo relativizando. "Es un tipo duro", desdeñó Ernesto Valverde. "Parece que le duele todo y luego siempre está", añadió con cierto humor. Es la suerte del Barça. Suárez siempre está. O casi. En particular, como sucedió ante el Eibar, cuando se ve obligado a poner el cuerpo raro y el pie torcido para chutar. "Siempre marco los más difíciles", constató. 

La historia recordará el día de ayer como aquel en que Leo Messi ejecutó su gol 400 en la liga. Las teles con derechos los pondrán pronto uno tras otro. Dan para una buena tarde en el sofá. Y los diarios trataremos de desgranarlos y analizarlos como mejor sepamos. Hay que homenajear a este futbolista de otra galaxia hasta la saciedad. Nunca parecerá un exceso. Aunque curiosamente falló poco después un remate, tras cesión elegante de Suárez, que de entrar habría resultado uno de los más fáciles de su prolífica carrera. Casi como dicendo que para meterlo así, no lo meto.

Desmoralizar por anticipado

Pero usemos este espacio para recordar que a su vera cuenta con un delantero extraordinario, que va acumulando años, pero también eficacia. La dirección deportiva del club se encuentra estos días en la labor de decidir si contrata a otro atacante para cubrir el pequeño hueco dejado por Munir y Luis Suárez se encargó ayer de recordarles a los pretendientes que al Camp Nou se viene a chupar banquillo en abundancia. Que se traiga una manta. El uruguayo lanzó un aviso clarificador con sus dos estupendos goles, como si quisiera desmoralizar por anticipado. Nadie le robará el puesto. Venga quien venga. Se llame Morata, Llorente o como sea. Y no va a ceder minutos de calidad. Porque el '9' es tan suyo como el '10' es del otro.

Valverde no le cambia ni con el marcador sellado. El mismo trato que a Messi. Quizá algún día lo tendrá también Coutinho si sigue por la línea establecida ayer. Inteligente gesto del entrenador alinéandole de salida justo en la semana en que más se cuestionaba al ex del Liverpool. Con los oídos silbándole por las críticas y los tabloides británicos buscándole un puesto en Old Trafford, el brasileño exhibió carácter, justo lo que más se le ha echado en falta, que 'finezza' ya sabemos que tiene. Suárez es un tipo duro. A ver si podemos predicar esa misma resiliencia algún día de Coutinho.