Análisis

¿Chantaje de Waterloo contra los Presupuestos?

Sánchez alertará en Barcelona de que el voto en contra del secesionismo aumentaría el riesgo de que un tripartito de derechas mandara en España

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Joan Tapia

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El Gobierno decide este viernes el proyecto de <strong>Presupuestos del 2019</strong>. Si al final es aprobado, Pedro Sánchez podría gobernar hasta el otoño, o incluso hasta el final de la legislatura. E iría a las generales habiendo cumplido parte de sus promesas.

Un barón socialista que le vio hace poco quedó sorprendido por su optimismo. Es su seña de identidad. Así logró lo que parecía tozudez: vencer en las primarias socialistas del 2017 a los que le derribaron por no permitir la investidura de Mariano Rajoy, y luego derribarlo tras la sentencia de la 'Gürtel'.

Pero Sánchez no es iluso y sabe que deberá sudar la camiseta. Tiene un cierto pacto con Podemos, al que podría sumar al PNV, pero no basta. Necesita también el voto de ERC y el PDECat. En la moción de censura los logró, pese a que Carles Puigdemont y Quim Torra eran contrarios. Pero era un voto para echar al PP. Ahora es más difícil porque el secesionismo no renuncia a la prioridad del referéndum y está a punto de empezar el juicio contra los dirigentes independentistas. El Supremo pidió este jueves el<strong> traslado de los presos a Madrid</strong> a finales de enero, pocos días antes de que se voten las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos.

Aliados en Catalunya

Este primer paso -sin el juicio- no sería difícil. La opinión catalana no vería bien un frente del rechazo con el PP y Ciudadanos contra los Presupuestos de Sánchez, que benefician a Catalunya y permitirían (PSC mediante) la aprobación de los de la Generalitat. Además, Sánchez va a cumplir, por primera vez, la cláusula del Estatut de que la <strong>inversión del Estado</strong> en Catalunya sea del mismo porcentaje que el PIB catalán sobre el español: el 18%. En los últimos de Rajoy fue el 9%.

Sánchez tiene aliados. Además del PSC, que sube en todas las encuestas, la patronal catalana, que cree que con las cuentas se recuperaría la ansiada estabilidadJosep Sánchez-Llibre lo explicitó en la cena del Foment tras el Consejo de Ministros de diciembre en Barcelona.

Y destacadas secesionistas lo aconsejan. Andreu Mas-Colell ha escrito que la disyuntiva es apoyar a Sánchez o arriesgarse a otro 155 más duro e indefinido. Y <strong>Dolors Bassa</strong>, la discreta 'exconselllera' de ERC, ha dicho lo mismo con la 'autoritas' que le da estar entre rejas desde hace un año. Las direcciones de ERC y el PDECat lo valoran.

Pero en el independentismo hay todavía mucho maximalismo y <strong>el dúo Torra-Puigdemont es muy reacio</strong>. Torra amenazó el miércoles con dimitir si alguno de los dos partidos no impedía, no ya los Presupuestos, sino su simple tramitación. ¿Es un chantaje en toda regla del dúo Puigdemont-Torra al PDECat? Sin Campuzano, los votos de ERC no bastarían.

Sánchez va a luchar. Este sábado estará en Barcelona para vender los Presupuestos junto a Miquel Iceta y Jaume Collboni. Proclamará que vetar las cuentas es ayudar a que un tripartito de derechas -como el andaluz- pueda conquistar la Moncloa.  

Y tanto él como Iceta y Collboni interpelarán a Manuel Valls. ¿Seguirá con Cs tras el pacto con Vox en Andalucía? Pero Valls es secundario. El objetivo es el PDECat. ¿Qué actitud tendrá Jordi Sánchez ante el chantaje de Torra?