DOS MIRADAS

Una Bialetti

Las míticas cafeteras parece que han sido vencidas por George Clooney y compañía

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JOSEP MARIA FONALLERAS

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Es muy probable que muchos de ustedes tengan una Moka Express en casa, una de esas cafeteras que se hicieron famosas en Italia en los años 40 y 50 del siglo XX y que aquí también se convirtieron en una pieza imprescindible de la cocina. En Italia se anunciaban en la televisión con un dibujo animado que era una caricatura de Alfonso Bialetti, el fundador de la compañía que dejó escrito que quería que depositaran sus cenizas en una de las cafeteras de aluminio con base octogonal. El llamado "omino coi baffi" (el hombrecillo con bigote) daba consejos domésticos y terminaba su sketch con este lema: "Eh, sì, sì, sì ... sembra facile fare un buon caffè!".

Las cafeteras todavía existen, y hay nuevos modelos, con la parte superior octogonal, pero con la base redondeada, y de todos colores. Hacen el ruido de siempre, aquella efervescencia del agua, el crepitar del líquido oscuro. Pero la empresa Bialetti, que ya no es de los Bialetti, tiene graves problemas económicos por culpa de las cápsulas. Incluso han entrado en el mercado emergente con una máquina que conserva la imagen del hombrecito y que se llama "Diva" y que es "pulcra, sexy y sofisticada". Incluso venden cápsulas. Pero nada que hacer. Parece que han sido vencidas por George Clooney y compañía. Para luchar a favor de la nostalgia de aquellos cafés "mejores que los del bar" estoy tentado de pedir una a los Reyes Magos. Para no perder los orígenes. Quizás la roja.

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