ANÁLISIS

La decadencia de Mourinho

El portugués ya solo garantiza el manido enfrentamiento con la estrella de turno, culpas hacia otros y egocentrismo enfermizo

Mourinho con Paul Pogba, el fichaje más caro del United.

Mourinho con Paul Pogba, el fichaje más caro del United. / periodico

Mónica Marchante

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A comienzos de semana soltaba Iker Casillas un dardo envenenado con destino Manchester vía Twitter. "Según un diario portugués alguien dijo que un jugador como yo ( 37 años ) está al final de su carrera. Completamente de acuerdo! Mi pregunta es, para ese periódico: En el caso de los entrenadores, cuándo y en qué momento se ve que ya no están para dirigir un equipo o entrenar?".

El tuit del portero español parecía responder a una entrevista en la que el extécnico del Manchester se refería a él como “alguien que está al final de su carrera” y añadía que “se enfrentó a mí y de un modo que se le da mejor que a nadie: escondido".

El episodio se había iniciado antes, precisamente, a través de una de las víctimas de Mou en su etapa en el Real Madrid, Jorge Valdano, quien en Movistar + había preguntado a Iker por el 'affaire' Mou. "Creo que si me volviera a pasar hubiera cogido el toro por los cuernos y me habría enfrentado a Mourinho".

El caso es que no lo hizo en su momento, ni le llama por su nombre en el tuit. Como si quisiera darle parte de razón a Mourinho al no nombrarle ni contar realmente qué pasó ahí.

Más de lo mismo

Sin poder resolver esa equis, la cuestión es si realmente el mourinhismo sigue siendo una opción para un gran club o se ha quedado obsoleto. Sus dos últimos despidos apuntan a lo segundo. Y su librillo de actuaciones en Inglaterra, también.

No se puede vivir toda la vida de lo que se hizo antes. O sí... siempre y cuando uno se haya llevado 68 millones de euros en finiquitos

Mourinho suena a más de lo mismo pero en versión refrito. Donde antes estuvo Iker ahora le tocó estar ahora a Pogba. Es decir, el manido enfrentamiento con la estrella de turno. Gresca asegurada, culpas hacia otros y egocentrismo enfermizo. Junto con una apatía y falta de empatía hacia el club -"no me trajeron lo que pedí"- y hasta con la ciudad  (no ha salido del hotel en dos temporadas) que dibujan un perfil de quien fue un buen entrenador reconvertido hoy en recaudador.

Una buena primera temporada ganando la Europa League y la Copa de la Liga para dar paso después a la decadencia, como le ha pasado en Manchester, donde deja a los 'red devils' a 19 puntos del líder y 11 de la Champions. Y eso tras una inversión de casi 450 millones de euros en jugadores como el propio Pogba, el más caro de la historia del club, Bailly, Lukaku Alexis.

"Respect", pedía Mourinho hace unos meses. "He ganado más Premier Leagues que el resto de entrenadores de la liga juntos", dijo tras perder 0-3 contra el Tottenham. "He jugado 14 Champions, me he clasificado 14 veces para octavos. Y las dos veces que no la jugué, gané la Europa League". 

Es tan cierto lo uno como lo otro. Tan verdad como que no se puede vivir toda la vida de lo que uno hizo antes. O sí... siempre y cuando se haya llevado 68 millones de euros en finiquitos. En ese caso se puede vivir, y muy bien. Pero no pretender seguir sentado en el banquillo de un grande de Europa.