DOS MIRADAS

TermSex

Pasa con los diccionarios como con los antiguos catecismos: la simple constatación de los pecados y su enumeración levantaban la líbido

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Josep Maria Fonalleras

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El Termcat es un centro de terminología que fue creado por la Generalitat y el Institut d’Estudis Catalans con el fin de normalizar neologismos y de establecer criterios científicos para la admisión de palabras o construcciones en cualquier ámbito. Es un gran invento que va muy bien cuando no sabes cómo escribir una determinada cosa. Hay apartados de ciencia, de gastronomía, de deportes... De casi todo. Y ahora, también, de sexo. Es el diccionario ‘Terminologia de la sexualitat i l’erotisme’. 

Como los catecismos

Pasa con los diccionarios como con los antiguos catecismos. Que la simple constatación de los pecados y su enumeración levantaban la líbido, a pesar de saber que eran pecados o quizá precisamente porque caías en la cuenta.

Con este diccionario, más o menos lo mismo. Hay expresiones muy técnicas que tienen una traducción muy popular (como el «sexo casual» que es un «pim-pam» sin compromiso); sintagmas excluyentes y muy arriesgados (como el «vegano o vegana sexuales» que solo tienen sexo si los partenaires son veganos o veganas); palabras muy raras para decir lo de siempre (un «alosexual» es lo contrario de un «no-asexual», que ya son ganas de complicar la cosa); y entradas que abren la puerta a un universo que, lo confieso, es muy desconocido. «Godomací», o «sitofília», «zentai», «mamilicción», «escopofília» o «sexting». Ya no podremos decir que un diccionario es aburrido, si es que alguien lo había pensado alguna vez.