La estrategia del PSOE

De Susana a Pedro

Sánchez se dispone a presentar los presupuestos generales de manera inminente; el batacazo de Andalucía obliga

Pedro Sánchez y Susana Díaz, en el mitin del PSOE de este martes, en Marbella (Málaga).

Pedro Sánchez y Susana Díaz, en el mitin del PSOE de este martes, en Marbella (Málaga). / periodico

Sílvia Cóppulo

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Susana Díaz regaló con su abstención la presidencia del Gobierno a Mariano Rajoy. Pedro Sánchez se fue, volvió dos años después, la venció en las primarias y ganó la moción de censura. El ahora presidente del Gobierno español prácticamente no ha aparecido en la campaña de la presidenta andaluza, quien ha dado la callada por respuesta a los ataques de Cs, PP y Vox contra Sánchez por la cuestión de Catalunya. Ahora afirma que se equivocó. Y es que Susana y Pedro no han dejado de ser enemigos políticos; los adversarios están en los otros partidos. Díaz ha perdido las elecciones que ha ganado, y el fracaso, en política, es huérfano. El PSOE no quiere asumir responsabilidad alguna, Sánchez da por amortizada a la lideresa y en Ferraz le indican la puerta de salida si no consigue formar gobierno (con el apoyo de Ciudadanos y la abstención de Adelante Andalucía). Tarea casi imposible para la andaluza, ya que tanto Cs como PP aspiran a presidirlo, echar a los socialistas y afianzar el vuelco a la derecha. Que ahí intervenga Vox no les da apuro ninguno. Susana Díaz resiste, y el partido suaviza las formas ante el nuevo enfrentamiento que se insinúa. El plazo para la investidura termina dentro de dos meses. Veremos.

Mientras tanto, cuatro de los líderes independentistas encarcelados siguen una huelga de hambrepara visibilizar la dilación del Tribunal Constitucional en atender sus recursos, lo cual les impide acudir a la justicia europea. Y en un golpe de efecto, presión por presión, Pedro cambia de estrategia y se dispone a presentar los presupuestos generales de manera inminente; el batacazo de Andalucía obliga. Si no consigue aprobarlos (con el apoyo de ERC y PDECat), muy probablemente iremos a elecciones generales y el eje izquierda-derecha renacerá. Oiremos a Sánchez gritar en los mítines que hay que parar a la derecha y a la deleznable extrema derecha, que van juntos y son los mismo.

Para entonces, quizá habremos olvidado, que el PSOE se manifestó con Cs, PP y Vox jaleando al unísono a aquellos que llegaron a Catalunya al grito de “a por ellos”.