Cuentos sin estereotipos

¡Yo quiero ser Peter Pan!

Envidio a los niños de ahora, que sueñan con princesas que matan dragones

Fachada del SAT (Sant Andreu Teatre)

Fachada del SAT (Sant Andreu Teatre) / periodico

Imma Sust

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Siempre he querido ser Peter Pan. No me malinterpreten, me gusta crecer y no sufro el síndrome de Peter Pan. Me explico. De pequeña, mi madre, que era muy moderna, dejaba que me disfrazara de Spiderman, de Superman o de princesa si me apetecía. Pero por muy moderna que fuera mi familia, si íbamos al cine o al teatro, los personajes molones siempre eran masculinos. Esta semana, he podido gozar de una de las obras de teatro más bonitas que he visto. Tengo 44 años, pero la he disfrutado igual o más que mis sobrinos de 3 años y 8 meses. Han estado en silencio, una hora entera en el SAT (Sant Andreu Teatre), viendo a la compañía Festuc regalándonos un delicioso espectáculo de títeres llamado 'Adéu Peter Pan'. En esta adaptación, Peter Pan es una chica y la capitana Garfio una señora muy malota.

No es la primera vez que la compañía adapta cuentos clásicos. También vimos 'La rateta que escombrava l’escaleta', donde en lugar de comprarse una cinta para estar bien guapa, la ratoncilla iba al oculista y le ponían gafas. Una delicia. No se hace suficiente critica de teatro infantil y me parece supernecesario. Igual no se hace porque los niños , que tienen una sensibilidad que supera a la de los adultos con creces, saben valorar un buen espectáculo sin necesidad de que nadie les diga nada. Son completamente sinceros y no aplauden ni ríen para quedar bien, como hacemos nosotros a veces.

Envidio a los niños de ahora, que sueñan con princesas que matan dragones, ratoncitos que no se casan con nadie y niñas que si quieren pueden ser lo que quieren, incluso Peter Pan. La compañía Festuc, también revolucionó las redes con un experimento sociológico llamado 'Cambia el cuento', donde la caperucita roja le dice que NO al lobo feroz. ¿Hay que explicar a los niños los mismos cuentos que nos explicaban a nosotros? Igual no. O igual ya va siendo hora de cambiar muchos finales y dejar que las niñas empecemos a ser algo más que princesas. Todas podemos ser Peter Pan.