Opinión | Editorial

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una preocupante huelga de hambre

La decisión de Jordi Sànchez y Jordi Turull devuelve el 'procés' a una vía imposible, y no a la de una negociación política imprescindible

Turull y Sánchez inician una huelga de hambre

Imagen de los políticos recluidos en el centro penitenciario de Lledoners: Jordi Sànchez, Jordi Turull, Jordi Cuixart, Josep Rull y Raül Romeva, en primera línea, y detrás, Oriol Junqueras y Joaquim Forn. / periodico

Si la semana empezó en Catalunya con las huelgas de médicos y funcionarios que pusieron al Govern de Quim Torra en serios aprietos, con una jornada de movilización global el jueves de toda la función pública catalana, termina con otra que trata de poner el foco donde le interesa a la Generalitat. Jordi Sànchez, expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), y el ‘exconseller’ Jordi Turull iniciaron este sábado una huelga de hambre en el centro peninteciario de Lledoners, donde se hallan recluidos en prisión preventiva a la espera del juicio por el 1-O. En un escrito hecho público por su abogado, explicaron la tajante medida para reclamar un Tribunal Constitucional “imparcial y diligente” que no obstaculice de manera “injustificada” los ocho recursos de amparo pendientes de resolver. Algo que les “bloquea” la posibilidad de  recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

A la petición de la ANC del día anterior, en el sentido de iniciar un huelga de hambre de 15 días, respondió no solo Sànchez, sino también Turull. La acción supone una escalada preocupante en el conflicto catalán que, poco a poco, va dejando por el camino las esperanzas que despertó la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa. El propio presidente del Gobierno admitió en Buenos Aires, donde asiste a la cumbre del G-20, su inquietud por lo que “no es una buena noticia”. No lo es, en primer lugar, por los graves riesgos de salud que comporta para los dos implicados. No se descarta que otros reclusos independentistas adopten la misma decisión en los próximos días.

De la misma forma que siempre hemos lamentado la judicialización del proceso soberanista y la dureza de una prisión preventiva dificilmente justificable o las dudas más que fundadas sobre la existencia de un delito de rebelión, pensar que el TC vaya a ceder ahora resulta inimaginable porque su autoridad quedaría gravemente cuestionada. Afirmar, además, que no habrá un juicio justo solo es una actitud propagandística.

El anuncio de Sànchez y Turull es, por lo tanto, un osado paso más en la idea de internacionalizar un conflicto que ha perdido fuelle, dentro y fuera de Catalunya. Hoy, y pese a la mayor fuerza del viento en contra, se revela de nuevo que el diálogo y la negociación son las únicas vías para acabar con la división y propiciar la reconciliación, y no apelar de nuevo a los componentes más emocionales.