Al contrataque

República y vida eterna

La doctrina social del Govern, su verdadero evangelio mendicante, es sencillísima: hay que saber esperar. Funcionarios, maestros, bomberos, estudiantes, 'mossos 'y médicos no saben lo que se están perdiendo

mani

mani / periodico

Xavier Sardà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Iglesia católica promete la vida eterna y la república 'indepe' la vida plena y rica. Ambas piden paciencia y conformidad a los que no lo pasan bien, a cambio de mieles futuras. Por lo visto, quien sepa esperar, será recompensado.

La Iglesia brinda tuits increíbles: es más difícil que “un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos”. Claro, al oír esto, los pobres piensan que entrarán en la vida eterna con tarjeta 'priority'.

La república, parecido. Es más difícil que un burro catalán pase por la aguja de una 'puntaire' que los sindicalistas entren en el reino de la república. La doctrina social del Govern, su verdadero evangelio mendicante, es sencillísima: hay que saber esperar. Los funcionarios, los maestros, los bomberos, los estudiantes, los 'mossos 'y los médicos no saben lo que se están perdiendo. Ya lo dijo el 'apóstol' Pujol el otro día refiriéndose a las listas de espera de la sanidad. “Nos perdemos en detalles que no son esenciales. Nos peleamos por migajas”. Vamos, que en la república (los que lleguen vivos), no habrá listas de espera ni para el Celler de Can Roca.

El disgusto de Torra es considerable, porque se encuentra con una respuesta social real, cuando él no es un presidente real. Nunca antes un presidente de compás de espera, ha tenido que hacer frente al verismo. Para Torra la gente está siendo ingrata. El solo imagina a los bomberos apoyando manifestaciones 'indepes', a los estudiantes con el lazo amarillo, a los sindicalistas de UGT y CCOO pasando por el aro, a los 'mossos' calladitos y a los médicos recetando sedantes en el cinturón rojo.

Los 'consellers' (algunos investigados) hacen su durísimo trabajo: “Todo esto pasa porque estamos infrafinanciados”. Y vuelven a su despacho. Como si Mas no hubiese recortado 1.500 millones al presupuesto sanitario.

Tras el Concilio Vaticano I en 1870, el catecismo de Astete detallaba los principales errores condenados por la Iglesia: el darwinismo, el ateísmo, el sindicalismo, el comunismo, el laicismo y la masonería. ¿No persisten la mayoría de ellos como pecados capitales de la futura república catalana? Me dirán: "Hombre, el darwinismo, no”… ¿En realidad creen que se acepta fácilmente por aquí, que catalanes y castellanos vengamos del mismo mono?

Lo cierto es que la Generalitat se ha borrado por completo de toda presencia en los foros españoles donde se corta el bacalao. Lo cierto es que se niegan a votar a favor de los presupuestos claramente beneficiosos para Catalunya, porque tenemos presos. Si invertimos la frase, podemos decir que además de tener presos, nos negamos a recibir millones de euros de unas cuentas progresistas. No saben ni 'hacer un PNV'. Váyanse ustedes a paseo, oigan.