Dos ministros del PSOE en S'Agaró

El Gobierno está sorprendido por la actitud de ERC con los Presupuestos

La ministra de Economía, Nadia Calviño, entre el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, y la presidenta de la Fundación Internacional Olof Palme, Anna Balletbò, en la clausura de las jornadas de S'Agaró.

La ministra de Economía, Nadia Calviño, entre el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, y la presidenta de la Fundación Internacional Olof Palme, Anna Balletbò, en la clausura de las jornadas de S'Agaró.

Joan Tapia

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La presencia de dos ministros, José Luis Ábalos (Fomento) y Nadia Calviño, (Economía), en las jornadas anuales de S'Agaró confirmó el empeño del Gobierno de Pedro Sánchez en la desinflamación con Catalunya. También permitió tomarle el pulso tras una semana de máxima convulsión: ruptura con escándalo del pacto PP-PSOE sobre el Poder Judicialchoque entre Gabriel Rufián y Josep BorrellGabriel RufiánJosep Borrell tras la negativa de ERC a discutir -no solo a votar- los Presupuestos, insinuación de Sánchez de que -sin ellos- se acortaba la voluntad de agotar la legislatura, nerviosismo tras los informes del FMI y la OCDE de desaceleración económica…

Son dos ministros clave. Ábalos, porque, además de titular de Fomento, es una especie de vicepresidente oficioso para todo. Calviño, porque la economía es la madre de muchas cosas. Y los mensajes principales fueron idénticos.

Uno, la política de desinflamación es fija porque conviene a Catalunya y a España, hagan lo que hagan tanto el secesionismo como el PP o Cs. Dos, PP y Cs ni deben ni pueden triunfar en su intento de crispar la vida política -atacando entre otras cosas la desinflamación- para liquidar una etapa y forzar elecciones. Entre otras cosas -Ábalos dixit- porque en ese caso las perderían.

Tres, las elecciones inmediatas no son lo mejor porque, aunque la aprobación de los Presupuestos es muy difícil, tampoco es imposible pese al actual veto de ERC. Los Presupuestos -dijeron ambos- beneficiarían mucho a Catalunya. Y Calviño aseguró que, pese a no creer preocupante la desaceleración -hemos pasado de un crecimiento del 3,6% en el momento máximo del ciclo a un 2,6% este año y un previsto 2,3% en el 2019, con una divergencia de solo el 0,1% con el FMI-, con Presupuestos el déficit sería menor, habría superávit primario (sin intereses) y la deuda se reduciría más. Calviño insistió en que la disciplina fiscal es su objetivo, pero no la excusa para no atacar las desigualdades.

Pero los dos ministros no ocultaron -sin citarlo- cierto desconcierto. El independentismo se revuelve contra la actitud del PP y de Cs, que les tratan de "golpistas", pero ERC reacciona negándose a votar los Presupuestos (junto al PP y Cs) por la petición de la fiscalía sobre los presos. Y Joan Tardà dice que tratará de "fascistas" a los que les acusan de "golpistas", y acto seguido Rufián proclama que Borrell es el ministro más indigno de la historia de la democracia.

El 'superdomingo', una opción

Se palpó que el Gobierno no ve racional la actitud de ERC los últimos días. Tampoco el exceso de crispación del PP y Cs, que en el Ejecutivo atribuyen a que la campaña andaluza no les va bien. Asumen que hay incógnitas. Esperan que el resultado andaluz del domingo respalde al Gobierno. Saben que Sánchez quiere elecciones a final de año, pero... que si todo se complica, el 'superdomingo' de mayo (juntar las legislativas a las europeas, municipales y autonómicas) es una opción. La ventaja sería cohesionar a todo el PSOE en una batalla electoral que beneficiaría al partido con más implantación territorial en toda España. Más si Pablo Casado sale chamuscado de Andalucía.