LA CLAVE

Andalucía, capital Barcelona

Las urnas andaluzas acogerán la primera vuelta del combate Casado-Rivera por el trono de la derecha en España. Medirán el pulso de Vox. Señalarán a Sánchez el futuro inmediato de la legislatura española. Y esta marcará a su vez el conflicto catalán

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LUIS MAURI

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El norte está arriba y el sur, abajo. ¿Seguro? La fijación de los puntos cardinales es solo una convención. Una ilusión compartida. Una ficción reglada que facilita el ejercicio del poder, la organización territorial, el control de la propiedad y mil trajines humanos, incluida la guerra.

Que se lo cuenten a Harrison Schmitt. El 7 de diciembre de 1972, el astronauta se apostó ante el visor de la cámara del Apolo 17.Apolo 17 A 29.000 kilómetros de la nave, la luz del sol desvelaba una esfera azul con incrustaciones preciosas: África, Madagascar, la península arábiga, la albina Antártida. Schmitt enfocó, disparó y creó un icono del siglo XX.

Pero la canica azul, así se conoce la foto, no fue captada como se ha hecho célebre. En la original, la Antártida está arriba y África, debajo, con el cabo de Buena Esperanza por corona. La NASA giró la imagen para adecuarla al orden hegemónico.

Todo mapa encierra una ideología, una manera de concebir el mundo. En cada continente se usan mapamundis con el territorio propio en el centro de la lámina. En Australia son populares los que presentan la Antártida en la parte superior, como la foto original de Schmitt.

Pero esta no es la razón por la que Catalunya parece hoy la novena provincia de Andalucía. En la campaña andaluza, el PP Cs están poniendo más ahínco en el conflicto catalán que en el imperio del narcotráfico en el Campo de Gibraltar o el paro endémico en Cádiz.

Imagen fraudulenta

La irresponsabilidad incendiaria con que la derecha ha abordado el problema catalán en los últimos 18 años es estremecedora. Ahora aflora de manera grotesca en Andalucía. Casado, Arrimadas y Rivera centran su gira electoral en el 'procés', no en Huelva ni en Jaén, y en la fraudulenta imagen de una izquierda colaboracionista del independentismo. Andalucía, capital Barcelona.

Bajo la demagogia, late un ensamblaje político firme. Andalucía lo conecta todo. Sus urnas acogerán la primera vuelta del combate Casado-Rivera por el trono de la derecha en España. Medirán el pulso de la ultraderechista Vox. Señalarán a Sánchez el futuro inmediato de la vacilante legislatura española. Y, en efecto, esta marcará el conflicto catalán.  

Sur o norte, norte o sur. Depende de cómo coloquemos la canica azul.