Dos miradas

Ejército

Si se excluyeran del Saló de l'Ensenyament todos los sectores que explotan a personas y tierras, habría problemas para llenarlo. La cosmética no es la respuesta a la falta de ética

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Emma Riverola

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"Las armas no educan, las armas matan" es el lema de la plataforma Desmilitaritzem l’educacióDesmilitaritzem l’educació, que aglutina a más de un centenar de asociaciones. Es difícil no estar de acuerdo.  El negocio de la guerra causa sufrimiento, lamina los presupuestos de los estados, alimenta y se alimenta de los conflictos armados y obliga a millones de personas a huir de sus hogares. Con armas les echan y con armas les reciben en los lugares de paz.

De nuevo el debate sobre la presencia del Ejército en el Saló de l’EnsenyamentSaló de l’Ensenyament. El Ayuntamiento de Barcelona y el Parlament aprobaron en el 2016 excluir a los militares de eventos educativos. La moción del Parlament sumó los votos de Junts pel Sí (ERC y CDC), la CUP y Catalunya Sí que es Pot. Es curiosa la relación de algunos con las Fuerzas Armadas. El debate sobre un Ejército en una Catalunya independiente fue uno de los más agrios del 'procés'El PDECat siempre optó por el Ejército. Quizá su voto en la moción por "la desmilitarización de Catalunya" respondía más al grito insurrecto de 'Fora forces d’ocupació'.

Más allá de algunos especímenes nostálgicos del franquismo, el Ejército español es una institución moderna y democrática, ofrece una salida profesional, y también una carrera para muchos universitarios. Si se excluyeran del Saló de l’Ensenyament todos los sectores que explotan a personas y tierras, habría problemas para llenarlo. La cosmética no es la respuesta a la falta de ética.