La lotería

El anuncio de la Lotería de Navidad anuncioLotería de Navidad tiene, este año, unos cuantos alicientes. El primero, poder ver -repetidamente, como es habitual, en un bucle continuo hasta el 22 de diciembre- la actuación espléndida de Luis Bermejo, un actor de primer nivel que tiene la capacidad de ser Buster Keaton y Jack Nicholson a la vez. Es decir, que es capaz de protagonizar las escenas de tedio con una cara de tedio colosal (también las de alegría) y que se transforma en un monstruo cuando la avaricia lo lleva a los socavones del infierno. Ya sé que la filosofía que anima el anuncio es muy azucarada, pero aquí radica otra de las gracias del espot. Se sustenta en la historia del día de la marmota (aquella memorable 'Atrapado en el tiempo', protagonizada por Bill Murray), pero también tiene aires de 'Qué bello es vivir', el cuento de Navidad de Frank Capra que nos enseñaba que lo más importante (y por eso es bello vivir) es saber que somos importantes para la gente que nos rodea.

El exceso de información y la acumulación de poder que ello supone nos llevan a la desesperación si es que vivimos atrapados en el tiempo, es decir, perdidos en el bosque de los ensimismados que no tienen otra salida que la repetición sin sentido. Salir del laberinto implica atreverse a ser frágil, a huir de los caminos trillados. También es verdad que hay quienes han visto un homenaje soterrado a Carlos Fabra, a quien siempre tocaba la lotería, pero yo me quedo con Bermejo, que es más simpático y mucho mejor actor.