MIRADOR

'Superdomingo' o súper-Sánchez

Las últimas señales anuncian que al presidente no le preocupa gobernar sin Presupuestos

Pedro Sanchez promete cumplir el déficit

Pedro Sanchez promete cumplir el déficit / MIGUEL LORENZO

Javier Aroca

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha insistido desde Marruecos en lo obvio: es él, en exclusiva, el que tiene la prerrogativa constitucional de convocar elecciones. Le deja a la oposición la potestad de pedir un adelanto, no suele pedir un retraso, y a los suyos, a un ministro como José Luis Ábalos, el papel de tantear, lanzar señuelos. No creo que se trate de una incontinente metedura de pata. Otro papel no desdeñable ocuparía el socio de gobierno, animando a la afición, no sé si concertadamente. Las declaraciones de Pablo Iglesias, hace unos días en Catalunya, contemplando el adelanto, y ayer la convocatoria urgente de un círculo ciudadano para estos menesteres parecen darle la razón tan solo con oír a Ábalos. Aunque cabe que Iglesias solo pretendiera convencer a los independentistas de su apoyo, barajando esa posibilidad.

El 'superdomingo' es una opción, otra es que se trate de un juego, más aún después de las reiteradas afirmaciones de cumplir la legislatura por parte del que la puede interrumpir. El objetivo sería, entonces, advertir seriamente a socios, asociables y, cómo no, a la insistente oposición de que las elecciones podrían adelantarse. Sin embargo, reconocida esa inescrutable prerrogativa presidencial, me permito, desde el escepticismo, como todo hijo de vecino, especular.

Y todo pensando que no habrá un tal adelanto. Las últimas señales anuncian que a Sánchez no le preocupa gobernar sin Presupuestos. Ya ha enseñado los suyos, la UE no le ha hecho mucho asco y sectores muy importantes, sobre todo de sus votantes, actuales o posibles, han saludado los mismos. Ahora su interés está en señalar a todos aquellos que no quieren sus presupuestos y bondades, por ejemplo, la subida del SMI hasta los 900 euros. Además, el presidente le va cogiendo el gusto a gobernar sin Presupuestos y piensa que no es tan grave. Su proyección internacional le proporciona beneficios y sus decretos, también. Será curioso ver las reacciones de sus adversarios cuando plantee su SMI por decreto.

A su suerte une la parte simbólica de su Gobierno, es decir, la salida del dictador Franco del Valle de los Caídos. A ello añadirá una propuesta de solución para Catalunya, contestada, quizá poco viable, pero una propuesta, algo que lo diferenciará de su antecesor, el apolítico Mariano Rajoy. Con un poco de suerte, no saldrá del todo malparado del juicio del 'procés' y siempre podrá decir a sus detractores que no hay Presupuestos, pero que no se doblegó a los independentistas para que los hubiere. Línea de fuerza esta de su oposición por las derechas.

Aquí terminan mis conjeturas. Otros factores por venir, externos a lo dicho, podrían sumarse. Un revolcón en las andaluzas, poco probable, o que la tormenta arrecie con sus ministros y ministras más patrimoniales, pero eso está en manos de los Villarejos del Estado, no se hasta dónde controlados.

Si hay 'superdomingo', alguno se va a llevar un disgusto: adelanto cumplido, mensaje de austeridad; si no lo hay, será duro, pero recogerá cosecha, podrá decir que lo intentó hasta donde le dejaron. Será, sin duda, un súper-Sánchez.