MIRADOR

Un Govern que gobierne

Es muy grave que no haya ni borrador de presupuestos, ni previsión de pactos para aprobarlos

El 'president' Quim Torra, en el Parlament.

El 'president' Quim Torra, en el Parlament. / DANNY CAMINAL

Eulàlia Vintró

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En el artículo que publiqué a finales de mayo, después de preguntar si estaba prevista alguna fecha para empezar a gobernar, consideraba imprescindible "un Govern catalán que gobierne" y en septiembre hacía pública mi constatación de la "nula acción efectiva de gobierno". En mayo, solo habían transcurrido 10 días desde la toma de posesión del presidente de la Generalitat, pero hacía más de cinco meses desde las elecciones autonómicas del 21 de diciembre del 2017; en septiembre, ya hacía cuatro meses que el Consell Executiu tenía plenas competencias para abordar las necesidades más urgentes de la ciudadanía y para adoptar medidas destinadas a satisfacerlas o, como mínimo, paliarlas.

La 'consellera' de Presidència, en una entrevista radiofónica reciente, se quejaba de su dificultad y la del resto del Govern para informar a la gente de la actividad concreta y las medidas que adoptaban, pero también reconocía que no era solo culpa de los medios de comunicación, sino que también tenían responsabilidad los miembros del Ejecutivo.

El énfasis puesto en la continuidad del 'procés', en el desarrollo de la vía judicial, en los debates dentro de los partidos independentistas sobre la táctica a seguir: diálogo político con el Estado, ampliación del espacio secesionista, acción de gobierno o diálogo político centrado en los presos y la autodeterminación, movilización permanente y vía unilateral si no hay propuestas aceptables por parte del Estado en el mes de noviembre. Todos estos debates oscurecían, por no decir que anulaban, cualquier otra cuestión.

El malestar ciudadano, sin embargo, ha ido creciendo y este noviembre está prevista una huelga de los médicos de familia que denuncian las malas condiciones de su trabajo y la insuficiencia salarial, entre otras cuestiones. El sistema educativo, por parte de todos sus protagonistas, también expresa su insatisfacción, por no hablar de los menores inmigrantes no acompañados o del resto de la población refugiada o migrante que no disfruta de la acogida previsible.

No es el momento de hacer el listado reivindicativo, pero es muy grave que no haya ni borrador de presupuestos, ni previsión de pactos para aprobarlos, y que tanto ERC como el PDECat se nieguen a facilitar la aprobación de los presupuestos del Estado, que incorporan mejoras para el conjunto de la ciudadanía y un fuerte incremento de la financiación de Catalunya.

Por si fuera poco, también nos consta que la desidia del Govern o la incapacidad o la negación de la realidad impiden que funcionen con todos los requisitos legales organismos públicos tan importantes como el Consell de Garanties Estatutàries, la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, el Consell Nacional de la Cultura i les Arts, la Sindicatura de Comptes.

Por no hablar de algunos de los 30 organismos que tienen todos o algunos de sus miembros con el mandato caducado. Las peleas entre los socios del Govern con respecto a la dirección de la televisión y la radio catalanas pueden ser una explicación, pero nunca una justificación. Vamos a peor, ni gobiernan ni dejan gobernar.