Análisis

Capitalismo "a lo Yunus"

El Nobdel de la Paz en el 2006 es más que el banquero de los pobres, es un activista que nos ayuda a ver el mundo desde otra óptica en lo económico

Mohamed Yunus, en el Forum Impulsa de la Fundación Príncipe de Girona, en agosto del 2010.

Mohamed Yunus, en el Forum Impulsa de la Fundación Príncipe de Girona, en agosto del 2010. / periodico

Carmen Parra

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Los binomios empresa y éticabanca y pobrezaeconomía y solidaridad están formados por vocablos que parecían no haber nacido para ser invocados conjuntamente. Sin embargo, esta supuesta incompatibilidad, impuesta por los paradigmas económicos del siglo XX, empezó a cambiar tras la crisis mundial que asoló la economía en la primera década del siglo XXI. Para mutar este escenario hacía falta imaginación y una mirada diferente que recuperara valores olvidados durante años en los que la especulación, la corrupción o las burbujas económicas se habían apoderado del mercado.

Si bien todos esperábamos una revolución desde la clase obrera similar a la que movió los cimientos del mundo a comienzos del siglo XX,  nos encontramos que la  solución llegó desde el otro lado del planeta de la mano de un banquero que fue el primero en dar la voz de alarma sobre las amenazas provocadas por errores en las políticas económicas imperantes.

El banquero de los pobres, que es como se define al economista bangladesí Muhammad Yunus, llegó para demostrarnos cómo el capital, que había sido el protagonista de la economía mundial,  podía también servir para luchar contra las desigualdades, lo que le valió el Premio Nobel de la Paz en el 2006.

Yunus es, por tanto, un visionario que previó los efectos a largo plazo  al que nos estaba llevando un sistema descontrolado, y decidió buscar alianzas con aquellos que  eran expulsados del mercado para convertirlos en aliados del cambio.  La originalidad de sus planteamientos radica en combinar la estrategia desde diferentes frentes:

1.- No ayuda a los pobres sino que les da herramientas para que puedan salir de la pobreza. Potencia  una economía próxima donde prima el autoempleo convirtiendo al emprendedor en protagonista de una economía que actúa localmente creando riqueza. Así, con su política de microcréditos no solo ha conseguido que se reduzca la pobreza sino que también ha logrado que se reduzcan los presupuestos asistencialistas  de los gobiernos al descender el número de personas sin recursos.

2.- Se ha aliado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas para dar soluciones en varios frentes que sean positivas para las personas (reducción de la pobreza), el medioambiente (mejora de los sistemas de emisión de gases contaminantes) y la economía (reducción del desempleo). Estos tres objetivos que marca Yunus en su libro Un mundo de tres ceros  son los ejes centrales de la política económica que las empresas deberían seguir para alcanzar la estrategia 2030 en la que los gobiernos se han comprometido a nivel global.

3.- Ha creado las  denominadas “Social Business Cities” como motores de espacios conjuntos a nivel local en las que trabajan los ayuntamientos, el tejido social, las empresas, las entidades financieras y las universidades todos ellos creando ciudades sostenibles donde junto al objetivo de generar recursos se trabaje para mejora la calidad de vida de todas las personas.

Yunus es más que el banquero de los pobres, es un activista que nos ayuda a ver el mundo desde otra visión en la que lo económico es sólo una de las caras de una sociedad en la que todos somos protagonistas.

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