ANÁLISIS
Bienvenido, Jordi
Si las razones eran de rendimiento, ni era coherente no llevarle antes, ni lo es llevarle ahora
Estoy en primero de 'Luisenriqueología'. Y de momento no llego al aprobado. Confieso aquí que el martes, tras entrevistar al seleccionador en el descanso del Atleti-Borussia estaba prácticamente segura de que tampoco esta vez llamaría a Jordi Alba. Al preguntarle por el gran momento del lateral izquierdo del Barça, Luis Enrique respondió "lo veo muy bien, nivel muy alto. Pero siempre ha sido así, no ha cambiado".
¿Entonces? Si no ha cambiado nada en su rendimiento desde finales de agosto, cuando el seleccionador ofreció su primera lista, las razones de la no convocatoria no eran el propio rendimiento, y por lo tanto seguiría sin ir. Así lo interpretamos la mayoría. Pero ¡oh sorpresa! A la tercera fue la vencida y Jordi Alba está al fin entre los convocados para jugar en Zagreb y Las Palmas.
Estoy en primero de 'Luisenriqueología' y de momento no llego al aprobado. Creía que no iba a llamar a Alba
La decisión es muy bien recibida porque a día de hoy, indiscutiblemente el lateral izquierdo del Barça es el mejor en su puesto. Vuelvo a las respuestas de Luis Enrique el martes. A la pregunta de si iba a escuchar la recomendación de Piqué para que convocase a Jordi, respondió "entiendo que en el cargo en el que estoy tengo que aceptar todo ese tipo de cosas. Piqué es una persona que entiende mucho de futbol, al que conozco muy bien y acepto cualquier consejo, pero yo he llegado hasta aquí por mi manera de entender el fútbol y así seguiré actuando".
Las fintas del seleccionador
No recuerdo a Luis Enrique fintando así ni en su época de futbolista. Salvo que en ese momento aún no tuviese la decisión de llevarle tomada.Y no lo creo. El asunto Jordi Alba empezaba a ser un clamor. A las declaraciones de Piqué se habían sumado otras tantas, como la del capitán de la selección Sergio Ramos, quien dijo hace unas semanas que "Jordi Alba es uno de los mejores laterales del mundo y lo ha venido demostrando".
El silencio del seleccionador sobre este asunto ha disparado la especulación sobre su mala relación con el futbolista del Barça. Si las razones eran de rendimiento, ni era coherente no llevarle antes, ni lo es llevarle ahora, puesto que como el mismo seleccionador reconoce, eso no ha cambiado. Tampoco cuadra que Croacia exija un lateral izquierdo diferente que Inglaterra, por ejemplo.
Sin despejar la equis
Explica el seleccionador que no tiene por norma tomar decisiones por el clamor popular, como queriendo reforzar su independencia, y añade que siempre dijo que no ha tenido ningún problema con ningún jugador.
Seguiremos sin despejar la equis. Pero es inteligente que la tozudez no nuble la vista de un buen seleccionador. Luis Enrique hizo un master acelerado en el Barça la semana de Anoeta en enero de 2015. Le gusta ser seleccionador y seguro que aprendió mucho de aquello. Por ejemplo que los incendios innecesarios hay que sofocarlos cuanto antes para que no quemen la cosecha. Bienvenida sea la incoherencia
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