Pequeño observatorio

Castañas, castañadas y castañuelas

Ya hace años que, a pesar del tiempo que ha pasado, echo de menos a la castañera

olerin45523949 barcelona  19 de octubre 2018  primer plano del fogon de un 181108170901

olerin45523949 barcelona 19 de octubre 2018 primer plano del fogon de un 181108170901 / periodico

Josep Maria Espinàs

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Anoche sufrí un ataque de añoranza. No ha sido el primero. Ya hace años que, a pesar del tiempo que ha pasado, echo de menos a la castañera. Se instalaba casi en la esquina que hay al lado de mi casa. Tenía encendido un fuego para asar las castañas. Yo le había comprado a veces. Medio envueltas en papel de periódico, el calor traspasaba.

Espero que las castañas resistan en la competencia con las celebraciones más modernas. Bien mirado, la castañera tiene muchas referencias en la vida y la historia humana.

La castañada nació como una fiesta popular y espero que no se haya perdido. La castañada formaba parte del folclore y tenía una vida especial durante la festividad de Todos los Santos. Se celebraba en familia, después de cenar y acompañada por 'panellets'. Parece que nuestros antepasados tenían mucha capacidad para comer.

Cabe decir que una cena con castañas y 'panellets' debía exigir un cierto control de las bebidas... Como se celebraba la conmemoración de los difuntos, quizás el vino tenía que ser generoso. En fin, que el programa era rígido y el ambiente era popular. Tan popular como la expresión "sacar las castañas del fuego", que, si no me equivoco, siempre se ha relacionado con un gesto pacificador.

De hecho, una castaña es una bofetada, un golpe agresivo. Y "sacar las castañas del fuego" ha significado resolver una situación comprometida.

Es bastante la importancia que ha tenido el nombre y la presencia de este vegetal en los ámbitos más diversos. Apunto algunos apellidos bastante frecuentes: Castanys, Castanyeda, Castanyer... No sé si todavía se menciona esta amenaza: "Te daré una 'castanyada' o un 'castanyot'". En castellano, la advertencia es todavía más rotunda: "¡Te daré un castañazo!" Quizá para compensar tanta dureza se han inventado las alegres castañuelas...