IDEAS

Distrito cultural metropolitano

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Xavier Bru de Sala

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Veamos, si existe la Unión Europea y si la zona 1 del transporte público llega a toda el Àrea Metropolitana, Barcelona Districte Cultural debería convertirse en un club de municipios en vez de circunscribirse a los límites de la ciudad estricta. En Barcelona somos casi cinco millones.

Pero la Gran Barcelona tiene miedo de Barcelona. Barcelona es egoísta y orgullosa pero no tiene ningún propósito de tomar decisiones que pertenecen a otros municipios. Por eso se descentralizó y por eso piensa cada vez más en sus barrios a la hora de programar su oferta cultural. El primer paso ya está dado. Alguien debería avanzar el segundo para romper unas inercias que no comportan el menor beneficio para nadie. Si se rompieran no solo abaratarían costes sino que extenderían territorialmente el derecho universal de acceso a la cultura.

Es imprescindible una nueva administración metropolitana de la cultura con presupuesto y capacidad organizativa

Para comprobar que la extensión del Àrea Metropolitana es una chapuza absurda, basta sobreponer los límites de los 36 municipios a una foto nocturna de satélite. El perímetro real es la mancha de luz, no el de los políticos. Los habitantes de Rubí, Granollers, Terrassa, Sabadell, Mataró o Martorell deberían pedir cuentas a sus alcaldes y candidatos por quedar excluidos de las ventajas de sus vecinos.

También en cultura hay que compartir, gestionar y planificar en conjunto. Hace más de 30 años que la Ópera de Sabadell circula por Catalunya. Los promotores del jazz, en cambio, deben creer que Terrassa es una isla rodeada de cocodrilos. Los Pallassos de Cornellà y tantos otros, también.

O lo promueve la Generalitat, o la Diputació, vía condicionantes para las ayudas, o se desenvuelven los propios municipios, pero es imprescindible que nos encaminamos a una nueva administración metropolitana de la cultura con presupuesto y capacidad organizativa. Cuanto más deprisa nazca el Districte Cultural Metropolità, mejor. Cuanto más ciudadanos se puedan beneficiar de él, mejor. Pronto seremos cinco millones de barceloneses.