La Crida apuesta por la desobediencia

La convención fundacional de la Crida Nacional per la República se celebró este sábado en Manresa coincidiendo con el primer aniversario de la fallida Declaración Unilateral de Independencia (DUI). En el acto de Manresa hubo escasa autocrítica sobre lo sucedido hace un año aunque se admitió que la falta de unidad y de confianza entre los partidos llevaron a tomar "decisiones estratégicas no exitosas". Esa falta de unidad, sin embargo, se ha agravado desde el 1-O del 2017 y la muestra es que ni ERC ni la CUP quieren saber nada de integrarse en la Crida, que se define ahora como movimiento, pero con la voluntad de convertirse en partido, lo que dificulta aún más la integración del PDECatintegración del PDECat, cuyos máximos dirigentes se ausentaron de la cita fundacional, aunque sí acudieron 'consellers' y diputados puigdemontistas.

Movilización permanente

Carles Puigdemont es el líder indiscutible de la nueva formación que, aunque se presente como una suma de personas y no de siglas y apele a la unidad y la transversalidad del independentismo, no deja de ser una agrupación de lo que se ha venido en llamar el puigdemontismo, es decir, el legitimismo o el irredentismo frente al pragmatismo que ahora encarna ERC. En la ponencia política se aboga por la movilización permanente y por la desobediencia civil como arma que permita forzar al Estado a acordar un referéndum de autodeterminación. Pero, aunque no se habla de unilateralidad, no se descartan otras vías si el Gobierno central no se aviene a negociar en un periodo prudencial. En ese caso, si se da una oportunidad para ejercer la independencia, así se hará, dice la ponencia. En otras palabras, si se produce lo que Quim Torra llama el "momentum, la Crida propone aprovecharlo. Y ese momento podría ser cuando se publique la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 'procés'.

Esta estrategia es la misma que se desprende de la "declaración institucional" que TorraTorra hizo con motivo del aniversario de la DUI, en la que, aparte de dirigirse únicamente a los "ciudadanos y ciudadanas de la república catalana", repitió  las ideas que viene expresando en las últimas semanas, que consisten en reivindicar el referéndum del 1-O, la "huelga de país" del 3-O y la declaración de independencia del 27-O27-O.  Coincide también con la huelga general que ha reclamado desde Bruselas el 'exconseller' Toni Comín, futuro presidente del Consell de la República. El problema es que toda esta estrategia apunta a repetir lo que ya fracasó hace un año.