Medio ambiente

Ya no basta con reciclar

Somos la especie más cochina del planeta: en solo unas pocas décadas lo hemos dejado todo perdido

olerin39177163 el prat de llobregat    baix llobregat    05 07 2017   otros181024190137

olerin39177163 el prat de llobregat baix llobregat 05 07 2017 otros181024190137 / periodico

Care Santos

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Somos unos guarros. La especie más cochina del planeta. En solo unas pocas décadas lo hemos dejado todo perdido. Hemos arrojado tantas porquerías donde no debíamos que hemos creado islas de basura del tamaño de varios países juntos. Y seguimos haciéndolo. También hemos sido unos irresponsables y unos engreídos. Tirábamos la basura lejos, siempre a otros. Echábamos mierda al espacio sideral, donde no la veíamos. Cuando no vemos las cosas, no sufrimos por ellas. Encima, somos idiotas.

Todo esto se ha acabado. Si han ido últimamente a dar un paseo apacible por la playa habrán descubierto que las orillas están llenas de aplicadores de tampones, bastoncillos para limpiarse los oídos y botellas vacías. Ese tipo de cosas que a nadie nos apetece recoger, sobre todo si son de otros. Cosas que ya no están lejos, sino aquí mismo: nos invaden. Llenan los estómagos de los animales marinos, se enredan en las patas de las aves, matan a miles de seres vivos, poco a poco entran en la cadena alimenticia y causan estragos en un montón de especies, incluida la nuestra. Aunque a nosotros nos está bien empleado.

¿Recuerdan el estupor que sintieron la primera vez que separaron los plásticos de la basura general doméstica? Yo sí. No daba crédito a que todo aquel volumen de deshechos lo hubiéramos generado solo nosotros. Aunque evitarlo no es fácil. Todo está, de un modo u otro, plastificado.  plastificado. Incluso lo que no debería: la fruta, la verdura, el pescado. Porexpan, celofán, tereflato, polietileno, polipropileno... distintos nombres para el mismo desastre. La barata botella de agua que hoy desechamos seguirá aquí 500 años después de nuestra muerte. O más.

Reciclar ya no basta. Creo que ha llegado el momento de hacer algo más. ¿Qué tal empezar a ir al mercado con nuestros propios envases? Pasarnos a la bandeja reciclable de madera o de cartón o de lo que sea. ¿O es que una especie capaz de inventar la cirugía ocular, los viajes espaciales y la 'Quinta sinfonía' no será capaz de mantener limpio el suelo que pisa?