Puntualizaciones históricas

¿El Estado fusiló a Companys?

Hasta ahora, había un consenso generalizado en que al expresidente lo ejecutó el franquismo, después de ser entregado por la Gestapo

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fusilamiento / periodico

José A. Sorolla

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Con motivo de unas palabras del presidente de la Generalitat, Quim Torra, en el aniversario del fusilamiento del 'president' Lluís Companys, se desató una polémica que aún dura y en la que los dos bandos enfrentados se han cruzado acusaciones de falsificar la historia. El lunes, día 15, Torra afirmó en un tuit: "Hoy hace 78 años el presidente Lluís Companys, elegido democráticamente, fue asesinado por el Estado español". Después, en el acto conmemorativo en el foso de Montjuïc, donde fue fusilado, aseguró que ni el jefe del Estado ni el Gobierno español habían pedido perdón por ello. Días después, a final de semana, la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, afirmó en el Parlament que "quien fusiló a Companys fue el régimen franquista, no el Estado español", una opinión compartida por otros políticos, como el secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, e intelectuales, como la profesora de Derecho Constitucional Argelia Queralt.

¿Por qué escandaliza ahora una frase como la de Arrimadas, a la que se ha llegado a acusar de ignorante e indocumentada? Hasta ahora, había un consenso generalizado en que a Companys lo fusiló el franquismo, tras ser entregado por la Gestapo. Pero ahora, como el independentismo solo concibe el Estado español como malvado, se le han de adjudicar también al mismo Estado actos tan reprobables como el fusilamiento de los adversarios políticos, sobre todo si son catalanes, porque, según este relato, los catalanes solo podían estar en el lado bueno y, si no, no eran catalanes.

De ahí que en los inicios del 'procés' se organizara el simposio 'España contra Catalunya' o que se explique la guerra civil como una contienda de España contra Catalunya, una visión antihistórica. Algunos historiadores, como Joan B. Culla, contribuyen a este relato y, para descalificar a Arrimadas y a quienes sostienen que la responsabilidad fue del franquismo, aseguran que la continuidad entre el franquismo y el Estado de derecho democrático se basa en que en España no se produjo ruptura alguna. Culla, sin embargo, no tiene ningún escrúpulo para exculpar a Italia, Francia, Portugal y Alemania porque Benito Mussolini fue colgado, la Francia de Vichy estaba ocupada, los militares portugueses acabaron con la dictadura salazarista y se produjo la desnazificación alemana, de la que habría mucho que hablar, por cierto.

La tesis de que el régimen franquista pervive porque Franco murió en la cama y no triunfó la ruptura que perseguía la oposición democrática encaja perfectamente en los reiterados intentos del independentismo por convencernos de que el franquismo -o el fascismo, según Torra- sigue presente en España y en Catalunya.

Otra teoría para sostener la continuidad entre el Estado franquista y el democrático es la de que ni el PP ni Ciudadanos han condenado el franquismo o no han repudiado los juicios sumarísimos del régimen franquista. ¿Desde cuándo lo que hagan dos partidos determinados define la naturaleza del Estado? Pero es que, además, el Congreso de los Diputados aprobó el año pasado un texto que declaraba las sentencias dictadas contra Companys por el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas (en diciembre de 1939) y por el Consejo de Guerra de Oficiales Generales (en octubre de 1940) como "ilegítimas, radicalmente nulas e injustas y que carecen absolutamente de eficacia y validez".

Deportación de judíos

La polémica recuerda la que se vivió durante años en Francia con motivo de la deportación de los judíos durante la ocupación alemana. En total, 76.000 fueron enviados a los campos de exterminio, 13.000 de ellos en la redada conocida como la del Velódromo de Invierno, Velódromo de Invierno,el 16 de julio de 1942. Ningún presidente de la Cuarta ni de la Quinta República había reconocido la responsabilidad de Francia en las deportaciones con el argumento inaceptable, utilizado entre otros por François Mitterrand, de que quien hizo aquello "no era Francia". Tuvo que ser Jacques Chirac quien el 16 de julio de 1995, en el 53ª aniversario de la redada, admitiera la responsabilidad de Francia. "Sí, la locura criminal del ocupante fue secundada por franceses, por el Estado francés", dijo Chirac en un discurso histórico. Mitterrand había sido el primer presidente en asistir, en 1992, a la conmemoración anual de la redada, pero no pronunció discurso alguno.

Pero una cosa es aceptar las responsabilidades que correspondían a los franceses que colaboraron con la ocupación nazi y otra, establecer una continuidad entre la Francia de Vichy y la Cuarta y la Quinta Repúblicas, o entre el Estado franquista y el Estado democrático surgido de lo que los mismos propagandistas llaman el "régimen del 78".