ANÁLISIS

Perder con el escudo

Resulta desconcertante la súbita decisión de Bartomeu de impedir una votación, por muy negativa que la anticipara

El presidente Bartomeu se dirige a los compromisarios.

El presidente Bartomeu se dirige a los compromisarios. / periodico

Albert Guasch

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Los hombres del departamento de la Marca Barça estudiaron a fondo los rediseños de escudos acometidos en otros clubs recientemente. También analizaron la reacción de las respectivas aficiones. No encontraron resistencias fornidas, ni siquiera en la Juventus, la entidad que abordó hace poco un cambio más radical. Noticias alentadoras ante el retoque en marcha. Pero, claro, el entorno del Barça no es como cualquier otro.

La propuesta del nuevo escudo ha tocado un nervio sentimental. Y de ello se encargaron de aventarlo los compromisarios presentes en el Palau Blaugrana. No han entendido la necesidad de un cambio. Conservador como suele ser el socio que acude a estos cónclaves, condición que le ha sido propicia en tantas otras ocasiones a esta y otras juntas directivas, no ha comprado el argumento de los nuevos tiempos. No le han convencido las exigencias de la tecnología y el espacio digital. Ya no se trata solo de si el diseño de Summa es o no es acertado, si sobran o no sobran las siglas. El Barça es así de tradicional, en particular con sus símbolos, por muy frustrados que se sientan hoy los expertos de márketing del club.

Lo accesible y lo árido

En este contexto de incomprensión de unos y frustración de otros, resulta ante todo desconcertante la súbita decisión del presidente Josep Maria Bartomeu de impedir una votación, por muy negativa que la anticipara. Recibirá un buen número de críticas en las próximas horas. Y no puede decirse que sean injustificadas. El escudo es un tema sensible, pero la democracia también. Los mismos socios a los que se les respetó la opinión para aprobar el presupuesto de la temporada debían servirle para valorar los retoques en el escudo, algo que es, por cierto, más comprensible y menos pedregoso que un informe económico.

Bartomeu dijo que necesitan llevar a cabo una reflexión interna. Sobre el escudo. Quizá haría falta una reflexión sobre algo más. El derecho a votar es también un nervio sentimental, como él bien ha defendido a lo largo de su presidencia. Pero esta vez lo único que ha parecido rediseñar es la democracia del club.