Barcelona: hay partido

A reserva de que los vetos cruzados dejen sin presupuestos a Pedro Sánchez, induciéndolo a hacer coincidir las generales con las locales, autonómicas y europeas de mayo, la batalla de Barcelona cobrará un protagonismo inusitado en la contienda electoral de esta primavera. La encuesta del GESOP sobre las municipales de Barcelona GESOP , foto fija de un panorama en constante movimiento, señala como favorito al recién ungido Ernest MaragallErnest Maragall, beneficiado por la leyenda de la estirpe y por los vientos demoscópicos que soplan a favor de ERC. Pero la abundancia de incógnitas por resolver aconseja no extraer conclusiones precipitadas.

La estabilidad del bloque independentista, con leve tendencia al alza, puede verse sacudida por tres factores. El primero, el alcaldable del PDECat, pues la elección del preso Joaquim Forn alteraría las expectativas electorales. El segundo, el imprevisible Carles Puigdemont: si se ahonda la fractura con el PDECat, la Crida podría presentar su propia lista. Y el tercero, la más que probable concurrencia a las elecciones de Jordi Graupera, bajo el manto de las primarias promovidas por la ANC. Si el voto independentista se lo acaban disputando cinco candidaturas, y no tres, el anunciado triunfo de Maragall correría serio peligro. 

LA TRIPLE ALIANZA

Forzada por las turbulencias de Catalunya en Comú, Ada Colau aspira a reforzar su liderazgo con la propuesta de sellar una triple alianza presupuestaria en el Ayuntamiento, el Parlament y las Cortes. Con Podemos enrolado en la gobernabilidad española y la mayoría independentista diezmada, la alcaldesa tiene margen de maniobra para liderar la campaña electoral, al tiempo que alienta la gestación de un frente de izquierdas asimétrico en las tres instituciones.

En el bloque constitucionalista, un poco valorado Manuel Valls aún debe demostrar que es capaz de ampliar el perímetro de la marca de CiutadansCiutadans, el PP está a un solo punto de conservar su presencia en el consistorio y Jaume Collboni (PSC) cuenta a su favor aún el 'efecto Sánchez', más tangible si coincidieran generales y municipales. A siete meses de la cita con las urnas, queda mucho partido.