IDEAS

La gentrificación musical

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Jordi Puntí

Jordi Puntí

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El otro día me tomaba un café en una de esas panaderías/cafeterías que ahora hay por toda la ciudad y, casualmente, la música que se oía de fondo no era del todo mala. Lo resalto porque desde hace tiempo, en muchos de esos locales, se oye sobre todo una música inofensiva que consiste en una chica de voz lánguida que hace versiones lentas y vagamente jazzísticas de clásicos del pop como The Cure, Depeche Mode o The Police. Bueno, pues mientras bebía mi café escuché las primeras notas de una canción que me era desconocida, y sonaba bastante bien, y entonces hice un Shazam para saber qué era y en la pantalla salió: “George Ezra: 'Barcelona'”. Nada más leer el título me dio un ataque de vergüenza ajena, y con el estribillo de la canción la cosa empeoró. La letra decía: “Cada vez que te vas, yo cierro los ojos y tú sabes que estoy tumbado a tu lado en Barcelona”.

Me pregunto si se puede hablar de una gentrificación musical de la ciudad... O al menos de turistificación de la música. ¿Cuántas canciones insulsas deben correr ya sobre Barcelona? El caso de George Ezra -ahora sé que tiene otra canción que se llama 'Budapest', escandalosamente parecida- me recuerda al éxito reciente de Ed Sheeran, también titulado, claro, 'Barcelona': “Vamos en un avión hacia un lugar donde el sol brilla. Cierra los ojos y haremos ver que bailamos en la calle en Barcelona...”. Son letras que perpetúan una mirada turística, la esencia que ya aparecía en 'Vicky Cristina Barcelona', de Woody Allen: ciudad para ligar, ir a la playa, beber de noche en las terrazas, bailar en la calle... Incluso podríamos decir que el momento fundacional de esta tendencia fue el 'Barcelona' de Montserrat Caballé y Freddie Mercury, en la clausura de los Juegos del 92, y que estos días hemos vuelto a oír hasta en la sopa.

Si no lo arreglamos, pues, Barcelona acabará siendo -también en la música popular- un cliché del romanticismo más cursi. Hace falta una campaña para que en los ascensores de los hoteles se oiga la rumba del Gato Pérez, 'La Rambla' de Quimi Portet y hasta el 'Barcelona, ciutat refugi', de Fermín Muguruza y Chalart 58. Por algo se empieza.