Dos miradas

Sombra blanca

'Isabella 's Room', de Jan Lauwers y la NeedCompany, es uno de esos espectáculos cuyos ecos perviven a lo largo de toda tu existencia

zentauroepp45361222 viviane de muynck en isabellas room  de jan lauwers    foto 181008165933

zentauroepp45361222 viviane de muynck en isabellas room de jan lauwers foto 181008165933 / TEMPORADA ALTA

Josep Maria Fonalleras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hay espectáculos que te dejan indiferente, otros que te irritan, los hay banales y también están los que te gustan mucho. Después, vienen los espectáculos cuyos ecos perviven a lo largo de toda tu existencia. Poca broma. Se convierten en experiencias singulares porque te han golpeado y han reflejado lo que piensas, lo que eres, o bien porque te han informado de las oscuridades que puede que ni siquiera habías advertido que formaban parte de tu vida y que ahora se te muestran, estremecedoras. 'Isabella 's Room', de Jan Lauwers y la NeedCompany, es uno de esos espectáculos. Cuando se estrenó, una crítica de 'Le Monde' escribió: "Es una actuación que te sigue cuando ya hace mucho que ha acabado, como una sombra blanca, que te persigue por las calles, en medio de la noche". Magnética, pictórica, sublime, "una comedia musical donde la música lo impregna todo", como dijo su director, cuenta la historia de una mujer que "sentía una pasión por la vida de una belleza pura y brutal; la única arma contra la dictadura de la mentira".

Cantan y bailan y hablan y gritan, juntos, los muertos y los vivos, y se aman y se alejan y enloquecen y se hermanan al ritmo de una canción subyugante - 'We just go on' - que dice "somos aquellas personas que no se detienen nunca ", mientras viven el dolor sordo de las tragedias domésticas y universales, la evocación de una vida que languidece y que se recoge en la enciclopedia de las cosas y los amores.