El tablero catalán

La canción de Iceta

Si hay dos millones en Catalunya que no se sienten integrados, eso se resuelve abrazándolos, no dándoles una patada

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, interviene en un desayuno informativo del Foro Nueva Economía, en el que es presentado por la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet.

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, interviene en un desayuno informativo del Foro Nueva Economía, en el que es presentado por la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet. / periodico

Ángeles González-Sinde

Ángeles González-Sinde

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Yo pensaba que para salvarnos, podríamos confiar siempre en esa poderosa forma de comunicación humana tan emocional y primaria que es la música. De hecho, cuando hace 10 días asistí al desayuno informativo de Miquel Iceta Miquel Iceta en Madrid, recordé la situación vivida poco antes en el concierto de Salvador Sobral, el músico portugués que por sorpresa ganó Eurovisión. Tanto gusta Sobral en España que, en un momento dado, cuando canta 'Amar pelos dois' (“amar por los dos” significa, mira qué bien traído) se calla y permite que el público entone las estrofas. Fue emocionante escuchar a un teatro entero cantar en portugués con esa devoción. Teniendo en cuenta que los españoles por lo general vivimos de espaldas al maravilloso país vecino, fue toda una sorpresa. Pensé que igual sería una solución al conflicto soberanista que los castellanoparlantes rondásemos en catalán a quienes quieren romper el vínculo. Como un coro bien afinado, a la manera de las rondas que antiguamente cortejaban a las mozas para demostrar afecto y buena voluntad, veía yo multitudes castellanas cantando el más bello repertorio de los cantautores catalanes de ayer y de hoy con total entrega.

Pero esa es mi imaginación por deformación profesional calenturienta. Luego vino el estreno de 'I Puritani' en el Liceo y la bronca entre espectadores. Es decir, hasta la música si uno se empeña, separa. Para consolarme, volví a la receta de Iceta, quien, con muchas reflexiones atinadas, tuvo la capacidad de contagiarnos su entusiasmo y confianza para seguir remando hacia una solución vía federalismo, pero ante todo, vía “hablar, escuchar, en público y en privado, aunque no se llegue a nada de momento. Porque si hablas te conoces y te respetas, no te insultas.” Porque es posible que los avances tarden, dice Iceta, pero al menos no retrocederemos. Si hay dos millones de españoles en Catalunya que no se sienten suficientemente integrados, eso se resuelve abrazándolos, no dándoles una patada en la espinilla, insistía. Buena letra la de Iceta. Cantemos su canción.