Alcácer y la segunda lista

Luis Enrique, debo confesarlo, me gusta y me divierte. Como entrenador reúne una serie de virtudes que me atraen mucho: quiere atacar, es intenso, es atrevido en sus apuestas personales e innova con sistemas y con posiciones que sus futbolistas no habían ocupado antes. Es apasionado y conecta con ese animal que llevamos dentro los aficionados cuando vemos a nuestro equipo. Y su personalidad, tan criticada, me saca siempre una sonrisa.

Dicho todo esto, la no inclusión de Jordi Alba tras exhibiciones como la de Wembley resulta difícil de comprender, incluso asumiendo que algo feo sucedió entre los dos y que un entrenador debe valorar también las cuestiones ambientales y grupales. Siendo buenos laterales izquierdos Marcos Alonso y Gayà –no se puede decir que el puesto no esté bien cubierto-, la sensación es que España renuncia al mejor. Pero no quería extenderme mucho sobre este asunto. Me interesan las dos grandes sorpresas de la lista: Alcácer y Jonny. Una me gusta mucho y la otra me ha dejado descolocado.

Fichaje esperanzador

Siempre consideré a Paco Alcácer como el gran especialista del fútbol español en todo aquello que requiere un solo toque en el área rival o en sus inmediaciones –porque, contrariamente a lo que dice el tópico, no es solo un rematador; es también muy ingenioso para asistir a un compañero cuando se trata de pensar y ejecutar rápido en una zona cercana a la portería-. Su ostracismo en Barcelona amenazaba con echar por la borda una carrera prometedora. No hace tanto era el nueve titular de la selección y a nadie le parecía una locura que lo fuera. Se lo merecía, de hecho, por mucho que ahora esta afirmación parezca una broma.

El fichaje por el Dortmund nos llenó de esperanza a los que siempre creímos en él. Porque el contexto era formidable: se alejaba del foco mediático español en el que empezaba a vérsele como un suplente al que le venía grande el primerísimo nivel y llegaba a un equipo que se caracteriza por su dinamismo a la hora de generar oportunidades. Y donde no existía competencia. No es que Alcácer necesite no tener rival, pero tras dos años a la sombra de Messi y Suárez tener un buen arranque y gozar de continuidad desde el primer día era algo idóneo para recuperar el nivel. Y lo ha logrado en menos de un mes.

Lagunas tácticas

Lo de Jonny es otra historia. Para reemplazar a Sergi Roberto y a Carvajal, Luis Enrique ha llamado a un lateral derecho que en los últimos años –incluso ahora en Wolverhampton- lo está jugando casi todo en la banda izquierda. Sorprende especialmente porque apuesta por un perfil de defensor que va mejor hacia arriba que hacia atrás. Que destaca por su potencia y por lo que contribuye cuando cruza la medular.

Es decir: algo que le podrían aportar también Bellerín, Odriozola o De Marcos, que generan aún más desequilibrio en ataque y que si tienen alguna laguna es en posicionamiento táctico. Como él. Quizá el motivo de su inclusión sea parecido al de la exclusión de Alba pero al revés: lo conoce, trabajó con él y le da buenas sensaciones.