Los Franco y 'Gran Hermano'

Agotado de realidad, imagino a los descendientes de dictadores en 'Gran Hermano'. Existen. La sesentona nieta de Stalin Chrese Evans luciendo gafas de sol y fumando un pequeño puro, pasea por el jardín. Es delgada, provocadora y le fascina la estética punk, hasta el punto que hace tres años se hizo una foto con un fusil de juguete como si fuese Tank Girl de 'El Víbora'.

Ha quedado con Alessandra Mussolini. La relación entre la nieta de Stalin y la de Mussolini no ha resultado fácil al principio. Solo les une la animadversión contra Kong Dogmei, que es nieta de Mao. La actitud de Kong les indigna por su supremacía oriental y amarillenta.

En cambio, Marko, el hijo de Slobodan Milosevic, es para ellas un encanto. Casi siempre mantiene la boca un poco abierta como si le faltase aire. Marko es la debilidad de la nieta del dictador ruso, que cree que por más genocidios que hubiese perpetrado su padre, nada se puede comparar con la escabechina de su abuelo Stalin. Kong salta de nuevo:

-Mi abuelo Mao tenía a los líderes soviéticos cogidos por los huevos. Les apretaba los huevos hasta el punto de hacer una tortilla retorcida.

-Mi abuelo Mussolini se reía de todos vosotros, y además miradme a mí. Genética italiana pura y dura.

Llegan los nietos de Franco.

-Dios, qué aburrimiento, y eso que mi abuelo 'Il Duce', ayudó a Franco.

Kong, la nieta de Mao está despistada: '¿Pero el franco no era una moneda?'

Llega una camioneta, de la que descienden Carmen, Francisco, José Cristóbal, Jaime Felipe, María del Mar y María de la O. 

Alexander Adolf, el sobrino segundo de Hitler tiene 68 años y saluda a los Franco, especialmente a Carmen, a la que ha visto en concursos de televisión.

Sar Patchata la única hija del genocida camboyano Pol Pot, pasa a toda velocidad con su 'segway'. Los nietos de Franco se apartan para no ser atropellados. Es su forma de darles la bienvenida.

Raghad Hussein es la hija del dictador iraquí y jefa de cocina.  El hijo del dictador ugandes Idi Amin se encarga de poner la mesa.

-No te nos vayas a comer como hacía tu padre con sus enemigos.

-Aprendió de tu abuelo, punki estalinista. No vayas de moderna a tu edad, que das puta pena.

Los nietos de Franco se han sentado en el extremo de una de las largas mesas. Junto a Carmen, el sobrino segundo de Hitler.

Carmen no se siente cómoda: 'Están todos chiflados, José Cristóbal'.

-Nosotros tampoco es que estemos muy bien.

-También es verdad, menuda familia.

Alguien grita. Es la hija de Pol Pot: '¿Otra vez puta cocina occidental?'

Alexander Adolf se ríe de forma desaforada: 'Qué bueeenno… cocina occidentaaaal. Qué bueno…ja, ja. Por cierto, Carmen, muy triste lo de la tumba de tu abuelo Franco. Ja, ja.

-Sí, lo es. Come y calla.